ENTREVISTAS CON SAI BABA

Este relato ha sido tomado de una copia fotostática del diario de un joven de 15 años en inglés. Los nombres y el país de origen que están en el conocimiento de esta fuente de información se están manteniendo secretos por  ser el joven todavía menor de edad. 

Al final están los vínculos a la copia de la declaración en inglés del joven en su puño y letra, en cuatro partes .

Entrevista # 1

Lunes 20 de Septiembre de 1999

Después de que él me llamó, fui a la terraza  y con la mano, llamé a mamá. Ella vino y nos sentamos. Después de un rato me di cuenta de que papá no nos había seguido. Me levanté y me devolví a buscar en el lado de los hombres. Examiné el gentío, hasta Baba pasó frente a mí mientras yo buscaba. No vi a papá. Rápidamente regresé a la terraza y me senté.

Swami vino.

–“¿Dónde está tu papá?” –

–No lo pude encontrar –

–“¡VE!”–

Regresé a buscarlo de nuevo. Me quedé el más tiempo que pude en la esperanza de que papá me viera, cuando me di cuenta de que la gente iba entrando en la sala de entrevistas y me regresé. Adentro una señora pidió:

–“Por favor Baba, me pueden dar una silla?”–

Baba entró a la sala de entrevistas privadas

– “Ven muchacho”–

Yo entré y mientras me frotaba suavemente la ingle con la parte atrás de su mano, dijo:

–“Aquí esta la silla. Llévate una silla.”–

En la sala de afuera, él se sentó.

–¿Dónde está tu papá? –

–Lo busqué por todas partes. (Me miró fijamente) “Holgazán. Muchacho holgazán, ¿Y mamá?” –

–Ahí –

(A mamá, preguntó:) –“¿Cómo es este joven? No está estudiando bien. Comiendo (moviendo la mano) da vueltas, vueltas, vueltas.” (Se levantó y me dio una feroz y larga mirada) “¡No hagas así!” –

Llevó el grupo de italianos a la sala privada. Cuando terminó con ellos, le dijo a mamá:

– “Ven” (yo comencé a ponerme de pie) “tú no”– (Después de menos de un minuto, salieron)

 –“Venga este muchacho” –

Adentro me llevó a una esquina

– “Mira, tú eres un buen muchacho. Pero (apuntando a la otra sala con el pulgar) a veces, con ella. A veces no estás teniendo buenos pensamientos, buenas ideas. No estudias bien. No buena memoria. Yo te daré buena memoria.”–

Comenzó a hacer círculos con la mano y de pronto paró. Con aprensión pensé que había cambiado de parecer. Me sentí aliviado cuando continuó los círculos. Cuando volteó su mano mirando hacia arriba no había nada en ella. Entonces vi como brillaban sus dedos. Estaban resbalosos y él se los frotaba uno con el otro.

–“Aceite,”– dijo – “Abre”–

Comenzó a levantarme la camisa; yo la levanté creyendo que quería untármelo en el ombligo. Entonces, con su mano izquierda, (la derecha estaba llena de aceite) hizo un gesto de bajar con sus dedos. Yo entendí. Me zafé los pantalones. Levantó mi pene, le puso sus dedos en la base y comenzó a frotarme el aceite. No dolía, pero hacía un movimiento como si me estuviera pellizcando repetidamente con sus dedos.  

Paró y movió su mano en círculos de nuevo. Creo que hizo más aceite. Continuó frotándome. Con la otra mano me acercó más a él. Me frotó más y me acercó más. Yo podía oír que murmuraba algo, volteé mi oído hacia él para poder oír lo que decía. De nuevo me apretó hacia él, esta vez por la cintura hasta que mi entrepiernas estaba pegado a un lado de su pierna y nuestros pechos casi se tocaban. Yo tenía la barbilla sobre su hombro derecho y los dos brazos a su alrededor, su pelo tocaba un lado de mi cara, el frente de mis pantalones caído. Era tan raro. Ahora podía sentir como movía la base de mi pene para atrás y para adelante. Se sentía un poco bien. Finalmente me soltó y yo me subí los pantalones. Me miró y me dijo:

–“No se lo digas a nadie. No se lo digas a mamá. Ella se preocupa. Mañana y el día que sigue yo daré entrevista. Yo daré (trazando con su dedo en mi pecho) una cadena.”–    


Jueves 23 de Septiembre de 1999

Entrevista  # 2

 Después de preguntarme si mis padres estaban presentes, tomó mi carta y me dijo:

–“VE”-

Le dije adiós a papá con la mano y caminé a la terraza. Mamá me había visto levantarme. Se reunió conmigo en el portal. Papá vino y se sentó a mi lado. Cuando Baba llegó le hizo un gesto con la mano a mamá indicándole que se fuera. Ella se demoró en hacerlo.

Durante la entrevista, mientras hablaba con papá le dijo de mamá:

–“Ella es una buena señora, una buena devota.”–

 Se volvió hacia mí y preguntó:

–“¿Qué quieres?” –

–Una cadena –

–“Una cadena o Swami?” –

–Swami –

–“Sí (apuntó a su mano) que hay aquí?”–

–Su mano, Swami –

–“NO, que hay aquí” –

(quise adivinar) –¿el universo?–

–“¿No hay nada? ¿O todo?”–

–¡Todo! –

–“¡Buen chico!” (hizo un ademán con la mano, salió un reloj de metal) “¿Ves? ¡Todo! ¿Qué hora es?” (miró hacia un reloj) “Tres-diez” (Puso el reloj en hora, entonces apuntó al reloj que yo traía) “¡Eso no sirve! ¡reloj de plástico! Quítatelo.” (lo reemplazó con el de él en mi muñeca izquierda. Me quedaba muy grande.)  “¡Oh, mano chica! Quítale dos eslabones.”

Se llevó a papá a la sala de entrevistas privadas por más o menos un minuto, entonces me llamó a mí. Papá salió. Tan pronto como entramos, me haló hacia él, me dio un gran abrazo y comenzó a zafar mis pantalones. Los dejó que cayeran al suelo. Entonces bajó mis calzones hasta abajo de mis nalgas. Agarró mi pene y mientras me abrazaba de nuevo, comenzó a masturbar la base. Repetía una y otra vez “Purificación, Purificación.” Sentí sus otros dedos agarrarme por debajo y acercarme más a él, apretando. Yo lo agarré más apretadamente de vuelta. Volvió su mejilla derecha hacia mí, yo la besé por su indicación. Él volteó su boca hacia mí y yo le di mi mejilla. El volteó mi cabeza y me besó en la boca por un largo rato. Cuando paró yo comencé a subirme los pantalones. Se aseguró que mi camisa no se quedara trabada en el nudo y me arregló. Me decía una y otra vez:

–“Esto es buena oportunidad; buena oportunidad; mira, hay tanta gente afuera. Todos quieren estar aquí. Es buena suerte. A veces desperdicias dinero. A veces mamá no da. No hay ingresos.”

Movió su mano en un ademán y salieron seis billetes de 500 rupias. El las contó (3,000 Rupias)

–“Para comida. Gástalo. Guárdalo adentro. ¡Adentro!” (lo puse en mi billetera)  “No se lo digas a nadie”

–¿Ni a mamá? –

–“A mamá le puedes decir.” –

–Y a papá –

–“No a papá. Yo te daré buena vida, buen futuro, te mantendré bien, (contando con sus dedos) físicamente, mentalmente y económicamente. Si en algún momento necesitas dinero...o dólares, ven a mí.” –

–¡Gracias Swami!–

“No me des las gracias a mí. Yo soy todo ¿Ves? (apuntó a la palma de su mano) ¡todo está aquí! Yo soy Shivashakti” –

–¿Qué?–

–“Shivashakti. Yo soy Shakti. (tomó mi mano y la presionó contra su entrepiernas. Me la movió para arriba y para abajo, de un lado al otro, no había nada ahí.) “¿Ves? ¡Nada! ¡Nada!” (Soltó mi mano y tronó los dedos, de nuevo tomó mi mano) “¿Ves? ¡Ahora soy Shiva!” (esta vez mis dedos estaban tocando su pene). “Te daré Shivarupa” –

–¿Qué? –

–“Te mostraré shivarupa. Haz namaskar” (bajé y besé sus pies, entonces me quedé de rodillas) “Tómalo.” (Se subió su túnica hasta las rodillas. Le puse mi mano en la rodilla.) “¡Sparshan!” (Presionó mi cabeza contra su pene. Yo le puse mi mejilla) “¡Linganamaskar!” (Lo besé. Él levantó su túnica más y más arriba. Primero vi sus huevos. Eran bien prietos. Entonces su pene. Vi una gota de líquido en la punta; el la quitó con la uña de su dedo pulgar.) “¡Tómalo!” (lo tomé en mi mano. Lo besé. Podía sentir como lo empujaba en mi boca. Abrí un poco la boca. Se me metió. Suavemente comenzó a mover sus caderas para atrás y para adelante suficientes veces (7) entonces perdí la cuenta. Finalmente me lo sacó y yo me puse de pie. Me besó en la boca. Sacó la lengua. Abrí un poquito mi boca, pero mantuve los dientes apretados. Se deslizó entre mis labios y mis dientes. Me moví y me cayó su saliva en la mejilla derecha. Salimos de la sala privada.

 (Apuntó a la banda de aluminio que traía en mi brazo derecho.)– “¿Qué es esto?” –

–La obtuve en varanasi. –

–“¿Por qué usas eso?”–

–Me gusta –

–“¡Pero Swami hace cosas buenas – en oro! ¿No te gustan las cosas de Swami?” –

–¡Sí, a mí sí! –

Hizo un ademán con sus manos y había un brazalete de oro con tres símbolos idénticos. Yo comencé a quitarme la esclava.

–“No, no te la quites” (me puso el brazalete mientras decía:) “¡Protección! ¡Protección! Esto es trimurthi” (apuntó a cada símbolo) Brama, Vishnu, Shiva.” (apuntó de nuevo a la esclava) “¿Ves esto?” ¡Es barato! Se puede conseguir dondequiera. ¡Hasta los limosneros las usan! –

–¿Me la debo quitar, Swami? –

–“Si te gusta te la puedes dejar”–.

 El brazalete que me dio es muy pequeño. Me deja marcas que duelen en mi piel y no puedo usarlo.  Entró a un grupo de Rusia; cuando salieron uno por uno, él se paró en la puerta. Cuando un joven en particular pasó, Baba  le presionó y frotó su ingle con el reverso de su mano, igual que me había hecho a mí en la entrevista pasada mientras yo tomaba la silla y dos veces en nuestra entrevista del 25 de marzo de 1998 en Brindavan. Después que se sentó me preguntó:

 –“¿Qué estudias?” –

–Escuela en la casa y correspondencia.–

–“¿Escuela en la casa?”–

–Sí, estoy aprendiendo con mi padre y mi madre. –

–“¡La escuela es mejor!”–

–¿Cuál escuela, swami?–

“Cualquier escuela. Pero si eres bueno, (con una lenta sonrisa) ¡mi escuela!”

–¿Cuándo , Swami? –

–“Ahora  no, en junio.¿Dónde te estás quedando?”–

–Al final de Samadhi road.–

–“¿Afuera? ¿Por qué no adentro?”–

–Mmm, porque encontramos un lugar afuera –

–“Afuera no está bien, ¿Por qué no adentro?”–

–Porque no tenemos su permiso –

–“¿Necesitas el permiso de Swami?”–

 –“Voy a darte otra entrevista con papá y mamá. Siéntate en el camino todos los días.”

Yo certifico que lo que he escrito es una descripción verdadera y exacta de lo que sucedió en mis dos entrevistas con Sathya Sai Baba el 20 y el 23 de Septiembre de 1999.

1 de Mayo del 2000

Esta fuente de información tiene los datos del joven y sus padres. Todo se está manteniendo confidencialmente por ser él menor de edad.

Copia de esta declaración en puño y letra del joven escrita en inglés:

Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 4