Desde: AUSTRALIA

LAS EXPERIENCIAS PERSONALES DE

HANS DE KRAKER

 

AVISO: Este documento tiene un lenguaje muy explícito que usted puede encontrar ofensivo

Le recomendamos que si hay menores en la casa se asegure que este documento no esté accesible a ellos.

 

Viernes 19 de Mayo del 2000

 Al fin me he tomado el tiempo necesario para poner por escrito mis experiencias con el Gran Engañador. Verdaderamente aprecio lo que están haciendo. Yo creo que es absolutamente trascendente, porque se está haciendo mucho daño y esto tiene que parar. El no hacerlo cancelaría el propósito de todos esos años de viajes a la India. Después de todo, fuimos allá para encontrar la verdad.

 

Como ya les he dicho, yo viajé extensivamente a la India por un periodo de cinco años. Durante este periodo (1992 a 1997), tuve muchas (treinta y cinco) audiencias privadas con Sai Baba.

 

Me enteré de él en 1988 a través de un amigo de Italia que me dio un libro. Después de unos cuatro años, hice mi primer viaje a la India con mi novia, padre y madre. Los años sucesivos se convirtieron en años muy intensos de mi vida. Sai Baba, prácticamente desde la primera visita, nos había sugerido a mí y a mi novia que nos separáramos, por nuestro propio bien. Él hizo esto públicamente de una forma muy penosa para todos, humillándonos personalmente a los dos y con toda su intención. Nosotros habíamos construido muchísima "fe y misterio" alrededor de él, y para entonces ya lo habíamos aceptado como Dios encarnado en la tierra, el epítome de espiritualidad, el epítome de la expresión humana divina.

 

Había muchos libros escritos por gente de todas partes del mundo que contaban milagro tras milagro. Había personas que se habían curado de enfermedades de muerte por virtud de tocar joyería que Swami había "materializado". Él se "aparecía" frente a personas en diferentes partes del mundo. Mucha gente fue a la India para ver a "Dios en la Tierra". Millones fueron y lloraron en su presencia, algunos fueron curados de sus enfermedades, otros librados de sus ansiedades y aún otros pudieron morir en paz. Hay quienes se fueron cargados de bisutería o verdaderos anillos de oro, relojes, dijes, todo "materializado" por Swami.

 

Sai Baba gozaba de mucha popularidad en el occidente. Él tiene una gran habilidad para manejar y comunicarse con grandes audiencias. Es precisamente este poder en particular lo que le permite manipular a la gente. Se necesita ser un Gran Hombre para no abusar de ese poder.

 

Durante esos años de viajes a la India, Sai Baba hacía un rito especial cada vez que me llamaba para una audiencia privada o entrevista. Me pedía que me bajara los pantalones. Entonces me ungía el área del ombligo, testículos y pene con un aceite que él "materializaba". Después de este ritual, me pedía que me subiera los pantalones y me compusiera. Yo había oído de ese ritual y parece ser "conocimiento común" que esto se hacía para balancear la energía sexual o kundalini. Nunca se me ocurrió pensar nada más sobre ello. Cuando yo estaba en la primaria, en Holanda, el doctor de la escuela revisaba y tocaba nuestros testículos para ver si estaban creciendo normalmente. Yo me imaginé que este ritual era igual que la visita al doctor. Sólo que era con otro propósito. Sin pensar en ello, continué recibiendo este tratamiento, convencido de que era para mi beneficio.

 

En cada viaje él "manifestaba" bisutería, joyería, vibhutti y aceite. Yo me di cuenta de que él era particularmente generoso con la gente que donaba mucho dinero o equipo para las varias cocinas del Ashram. También noté que él llamaba a entrevistas a muchos de los jóvenes de la gente que había allí y nunca a las muchachas.

 

En una entrevista en particular, yo vi cómo él tomó un anillo que estaba debajo de uno de los pañuelos que estaban en el brazo de la silla. No le di mucha importancia. Yo nunca le puse mucha atención a las "manifestaciones" y sabía que el receptor iba a estar muy feliz...Poco después, uno de mis amigos del grupo me dijo: "¡Vaya que prueba! Swami me quiso mostrar que él no había materializado el anillo sino que lo había sacado de abajo del pañuelo! ¿No es chistoso? ¡De verdad que nos pone a prueba!" Yo no le presté atención. Yo nunca me había enfocado mucho a estas manifestaciones y el pensar que de verdad él estaba materializando estos objetos era probablemente de no muy buen gusto para mi mente. También yo había recibido un anillo, dos brazaletes y un collar, por lo que creo que ese deseo ya había sido complacido.

 

A través de los años, comencé a recibir más y más atención a nivel personal por parte de Sai Baba. A esto lo acompañó el hecho de recibir asientos de VIP por hacer trabajo en la cocina. Según fue creciendo la muchedumbre a través de los años, se hacía más y más difícil ver a Swami de cerca. Había un área de preferencia para los que trabajaban en la cocina, ya que no tenían oportunidad de "pararse en fila". Ellos usualmente trabajaban hasta treinta minutos antes de que comenzara el darshan. Al llegar tan tarde, siempre se encontraban sentados detrás de la muchedumbre, por lo tanto, al obtener estos "asientos reservados" podían de vez en cuando tener un encuentro cercano con el "Maestro". Estos grupos estaban organizados en filas de dos o tres y rotaban para que a todos les tocara llegar a estar cerca.

 

Aunque al principio yo estuve muy en contra de este tipo de arreglo, me rendí ante el deseo de poder tener un encuentro cercano con el "Maestro" y acepté tomar uno de los mejores asientos la tercera vez que éste se me fue ofrecido. Después de dos años me convertí en "miembro permanente" de un grupo que iba a la India tres veces al año a hacer trabajo de voluntariado en el Ashram. Este grupo cocinaba a veces para seis mil personas en los tiempos festivos y en las varias celebraciones religiosas. (Navidad, Shivaarathri, etcétera). El grupo traía miles de kilos de alimentos por su propia cuenta, así como mucha maquinaria industrial para la cocina. También había otros grupos que traían ayuda de una forma u otra. Era muy bello formar parte de ese esfuerzo colectivo.

 

Nuestro grupo tenía un lugar propio. Nunca tuvimos que hacer cola para darshan y siempre nos tocaba la primera fila. En algunas ocasiones (como Festivales y Celebraciones) nos permitían sentarnos en la "verandah" (terraza). Siempre nos tocaba ver a Swami de cerca y nos sentíamos muy afortunados. El ego estaba ciertamente satisfecho con esa posición de poder. Había tantos que querían estar cerca de él. Millones de personas viajaban para lograr un vistazo de él y aquí estábamos nosotros en el puro frente sintiéndonos muy afortunados. Es increíble las justificaciones que nos da la mente cuando las cosas van de acuerdo a nuestros deseos.

 

Durante una de las últimas visitas, había un joven italiano que había viajado con nosotros desde Italia. El estaba acompañando a su novia y al padre de ella, que era parte del grupo. Poco después de llegar al Ashram tuvimos nuestra usual bienvenida inmediata en la cual se le informaba a Sai Baba de lo que habíamos traído. También se le hablaba de nuestros problemas personales de la vida diaria, de negocios, etcétera.

 

Unos días después, Sai Baba llamó a este joven de Italia de nuevo a una entrevista para él solo. ¡Le dio un reloj! ¡Swami le había materializado un reloj! Él vino conmigo casi que enseguida y estaba atónito (como estaban casi todos por diferentes razones). Entonces me pidió que le explicara algo: "Swami me abrazó y me besó en la boca y trató de que yo respondiera moviendo su lengua dentro de mi boca". Cuando oí esta historia me quedé atónito. Este joven (de dieciocho o diecinueve años) estaba muy confundido y me preguntaba que pensaba yo de eso. El pensó que estaba relacionado con el kundalini y que "era para balancear su energía. Yo no sabía. Yo le dije que ése podría ser el caso, pero que yo verdaderamente no sabía. Hablamos de esto por un rato. Yo le dije lo del ritual por el que yo había estado pasando por los últimos años y que a lo mejor esto era algo parecido....

 

Recuerdo que en uno de los viajes que dimos a la India, nuestro grupo había traído tanto que tuvimos miles de kilos de sobrepeso. Entre otras cosas el grupo trajo relojes. Estos cientos de relojes pulseras eran para ser entregados a los alumnos. Poco después de llegar, llevamos algunas de las cosas que habíamos traído a la puerta del frente del Poornachandra, frente a la casa de Baba. La mercancía fue entregada a un noble señor que estaba a la entrada de la casa de Sai Baba (en frente del Poornachandra), al que se le dijo de quién venía la ofrenda y que Sai Baba la estaba esperando (después del atentado había un control de seguridad especialmente estricto).

 

Sólo unas semanas después, me encontré con un estudiante que orgullosamente me mostró su reloj y me dijo que éste había sido "materializado" por Sai Baba. Él estaba tan contento como yo sorprendido. Y de nuevo decidí despegarme de los pensamientos que estaba teniendo, diciéndome a mí mismo lo maravilloso que era que este joven estuviese tan contento y que lo importante era la filosofía del caso y no de dónde procedía el reloj. Decidí que lo que había sido plantado en la mente de este niño mediante ese regalo le iba a servir de ayuda toda su vida para llegar a ser la clase de persona que él aspiraba ser. En ese mismo periodo de tiempo un señor griego le había preguntado a mi amigo por qué creía él que había recibido un reloj de Italia.

 

En otro viaje, vino conmigo una amiga que sufría de cáncer. Ella quería donarle una ambulancia al hospital. Ella había sido incluida en nuestro grupo por la líder del grupo. Se le hizo notar que comprar una ambulancia era algo muy complicado. Por lo tanto ella donó una gran cantidad de dinero. Al día siguiente ella tuvo una entrevista en la que se le "manifestó" un anillo.

 

En mi último viaje a la India (Noviembre de 1996), llegué de Australia antes del grupo y mis amigos europeos no habían llegado todavía. Los gerentes de cocina regulares ya no estaban a cargo de la cocina. Al llegar, Sai Baba me pidió que abriera de nuevo la cafetería occidental y comenzara a preparar alimentos para desayuno, comida y cena. Yo empecé a juntar un grupo de personas y se me recomendó/ordenó por parte de la gerencia del Ashram que no pusiera a nadie de Sri Lanka en la cocina. Todos los escogidos fueron examinados por la gerencia y después comenzamos a trabajar. Pasaron unos días y mis amigos de Europa se me unieron. Tuvimos varias entrevistas todos juntos.

 

Para el 10 de diciembre ya todos se habían ido, excepto por uno de mis mejores amigos. Pasamos muy bellos momentos juntos. Era como si fuésemos los apóstoles alrededor de Jesús. Nos movieron aún más adelante en el Darshan y estábamos sentados en el área de la gerencia del Ashram, muy cerca del frente. Sai Baba venía a donde estábamos cada día y platicaba con nosotros. Estos fueron momentos muy especiales. Nos sentíamos muy privilegiados.

 

El día que salía mi amigo, fuimos llamados juntos a una entrevista. Sai Baba "materializó" otro brazalete para mi amigo y para mí. En este viaje él había materializado (mientras que uno de mis amigos estaba 'pasando por una prueba' y lo vio trayendo el objeto del otro cuarto) un frasco de amrith (néctar divino) con una cuchara con la que él usualmente lo distribuía y nos dijo: "De ahora en adelante no más karma mala y no más mala suerte en sus vidas. ¡Ustedes son personas muy especiales y esto es un privilegio! ¡Hay tanta gente allá afuera y ustedes son los afortunados!" Yo me preguntaba por qué nos decía que nuestros corazones eran puros y que no había ningún interés personal en el trabajo que hacíamos (nosotros habíamos tenido mucha lucha por el poder y pleitos por las posiciones en el grupo, como cualquier otro grupo de humanos hubiera tenido).

 

Ya se había ido mi amigo. Yo estaba solo y fui llamado unos días después. Fui a la sala de entrevistas y se me dio una audiencia privada en una sala aparte. Una vez en esa sala, me preguntó cómo estaban las cosas en Australia. Me dijo que él me lo daría todo, dinero, casa, una esposa, ¡TODO!

 

Entonces me hizo una señal para que me acercara y lo abrazara.

 

Ya antes en ese viaje me había pedido que le diera un beso en la mejilla mientras que yo lo estaba ayudando a traer algo del cuarto adyacente a la sala de entrevistas, un cuarto pequeño donde el guardaba sus túnicas. Era su costumbre darle una túnica a la gente con el propósito de curar o cuando abrían uno de sus centros en sus países (era creencia popular que "abrazar" una de sus túnicas podía curar una enfermedad). Al levantarme, después de haberme agachado a tomar lo que él quería de un entrepaño bajo, apuntó a su mejilla indicando que quería que yo lo besara.  Así lo hice, muy sorprendido y con algo de sospecha. Pero yo vengo de un país donde hombres y mujeres, sin importar el género o la edad, se besan en las mejillas tres veces. Así que seguido de mi primera sospecha, basándome en esto, todo volvió a la normalidad (¡aún estoy sorprendido de las vueltas que puede dar la mente!).

 

Regresando a ese momento, cuando me pidió que me acercara más a él, me abrazó (yo estoy de rodillas y él está sentado en su silla. No hay nadie más presente). Entonces vuelve su cara y pone sus labios sobre los míos. Mi cabeza parece dar vueltas y mi mente está viajando a quinientos kilómetros por hora. ¡No sé que hacer! ¡Aprieto mi boca y me siento extremadamente incómodo y confundido con esta percibida encarnación de DIOS en la tierra tratando de besarme en la boca! Sai Baba me da una bofetada y me dice: "¡Relájate! Con otra gente no OK, pero con Sai Baba  OK". Estoy aún mas incómodo ahora y me siento hastiado.

 

Sai Baba se dio cuenta de lo difícil de la situación tanto para él como para mí y decide no continuar. De nuevo me dice que él me lo va a dar todo, se pone de pie me dice que haga padnamnamaskar (reverencia a sus pies). Mientras me arrodillo y toco sus pies con mi frente, tira de mi brazo y me pide que le dé masaje en los músculos de las pantorrillas. Aunque me sentía muy incómodo con todo lo que había pasado, le hice caso. Muchas personas sabían que a él le gustaba que le dieran masaje en los músculos de las pantorrillas y ya había visto a muy respetables señores y señoras haciéndolo....pero ahora el toma mi cabeza y la aprieta contra su pelvis...entonces toma mis manos y hace que suban más y más arriba...ahora estoy aguantando sus nalgas y me pregunto ¡que demonios me está pidiendo que haga mi Divino Señor! ¡Bang! suelto mis manos y ahora estoy aún más atónito...él se levanta la túnica y me deja ver su pene medio erecto y me invita a que "Tome de mi Buena Suerte!!!"   

 

"¡Esta es tu Oportunidad de Buena Suerte!"

 

Ahora estoy de rodillas frente a su pene erecto pidiéndoseme que haga sexo oral.

 

Estoy pensando:

 

"¿DE VERDAD SE SUPONE QUE YO HAGA ESTO?....... ¿PODRÍA YO HACERLO?"

 

Instintivamente alzo mi mano y la pongo en su pecho sobre su corazón y le digo: "Yo no quiero esto Swami, yo quiero su corazón"

 

Entonces él deja caer su túnica y me dice: "Sí, sí, por supuesto que tienes mi corazón".

 

Ahora me pide que me baje los pantalones, "descubre" que mi pene no tiene erección y me dice que así es como se supone que esté. "Swami está ahí dentro, ¿ves? Swami está dentro de ti."

"¡NO, carajo! ¡Eso es MÍO y solo MÍO y tú no estás ahí!" - pensé yo.

 

Me pide que de nuevo haga Padnamnaskar y de nuevo se levanta la túnica. "Esta es tu segunda Oportunidad para la Buena Suerte", me dijo.

 

Yo me negué y me levanté sin decir nada. Ahora ya estoy muy enojado, confuso y aturdido. Siento que me quemo por dentro. Es como si Dios se me hubiera escapado por la puerta de atrás. Un manipulador muy listo y engañador profesional ha convertido en basura las bases fundamentales de los últimos ocho años de mi vida. Yo me había abstenido de actividad sexual porque él había sugerido que era beneficioso para mi evolución espiritual. Él me había acosado y había hecho que pasáramos una pena mi novia y yo por la diferencia en nuestras edades, mientras que él estaba tratando de hacerlo con alguien cuarenta y dos años menor que él...Nos había dicho que rompiéramos nuestra relación y ¿para qué? ¿para tener él esta oportunidad?

 

En realidad yo mismo desplomé el castillo que me había hecho mentalmente. Esa era mi responsabilidad. La de él es la de abusar de la buena fe de las personas y de la confianza que depositan en él. Algunos llegaron al punto de poner su vida en peligro y hasta de perderla.

 

¡Devastación total!

 

Me pidió que mantuviera esto secreto. Que no se lo dijera a nadie.

 

Me salí de la sala de entrevistas y fui corriendo a mi cuarto.

 

Me encerré.

 

Estuve en blanco hasta las seis de la mañana siguiente (desde las cinco de la tarde del día anterior).

Esa mañana algunas personas, que al parecer estuvieron tocando en el cuarto, me encontraron en el momento que salía.

 

Alguien ya había llamado a Europa y hasta se lo había dicho a la líder del grupo, que ya estaba de vuelta en Europa. A la mañana siguiente ella me llamó. Expresó su preocupación y me dijo que algunas personas me habían visto salir de la sala de entrevistas, que lucía muy pálido y que después habían ido a mi departamento, pero que yo me había encerrado. Quería saber qué había ocurrido. "¿Trató de tener sexo contigo?" me preguntó. Le contesté que eso era algo entre él y yo. Yo no quería hablar de eso.

 

En los días que siguieron, me senté en darshan manteniéndome a cierta distancia. No quería estar cerca de él. Yo observaba las masas y masas de gente y me preguntaba como se las arreglaba para engañarlos a todos. "¿Quién eres?", preguntaba yo en silencio.

 

Así pasaron unas semanas. Me toca entrar a una entrevista con un grupo de alemanes y rusos. Mi atención está en otra parte y Sai Baba se fija en cada movimiento de mis ojos. Lo veo hacer su truco con el anillo y como deja caer el anillo viejo entre el cojín y el brazo de su silla. Observo a esta señora rusa que llora mientras está sentada frente a él. El está manejando el grupo, de pronto Dios se convierte en un tramposo.

 

Mientras tanto el grupo de Europa llega y estamos todos trabajando duro en la cocina. Yo estaba metido en mi trabajo tratando de olvidar algo que estaba renuente a aceptar: la realidad.

 

En la cocina empezó de nuevo un pleito por mando. Yo no quise participar más en esa situación. Tuve una plática con la misma líder del grupo con quien había hablado por teléfono, porque ya yo no estaba yendo al darshan. Mi último día en el ashram hablé de nuevo con la líder. Otra vez insistió con la misma pregunta: "Entonces ¿por fin qué? ¿trató de tener sexo contigo?". Como yo ya estaba harto de todo, le conté lo sucedido. Esto fue la tarde del cuatro o cinco de enero.

 

Inmediatamente después, ella tiene una entrevista con Sai Baba, en privado, sin nadie del grupo. Mientras ella sale de la sala de entrevistas, algunas horas después, me llama un agente de seguridad, un hombre mayor que yo conocía bien y con el que había establecido cierta amistad. (Unos años atrás, cuando yo acompañé a un matrimonio de Europa que no hablaba inglés, él había pasado largos ratos con este matrimonio, su hijo de tres años que tenía cáncer y yo). En esta ocasión el señor agente de seguridad lucía muy extraño y me preguntó que si podría tomar mi foto. Yo, sin darme cuenta de lo que estaba pasando, le dije que sí, por supuesto, pero entonces se me ocurrió que algo andaba mal. A él lo acompañaban dos seva dals (voluntarios). Uno de ellos me tomó una foto de frente y entonces me indicó que me volteara de perfil. Cuando le pregunté a mi amigo que pasaba, movió la cabeza y me dijo que no sabía. Entonces me llevaron al secretario del Ashram, quien me ordenó me saliera del Ashram lo antes posible. Mi comportamiento no había sido propio y tendría que irme. Cuando le pregunté de qué se trataba, me dijo que yo no estaba autorizado a preguntar nada, que sólo estaba autorizado a irme. "Usted debe salir del Ashram y se le advierte rigurosamente que no se quede por el pueblo. Váyase lo antes posible para Bangalore y tome el primer vuelo que salga". Me fui.

 

Todos mis amigos del grupo estaban asombrados y muy descorazonados al enterarse que me habían expulsado del Ashram.  Excepto por una persona....la misma que había hablado con Sai Baba hacía unas horas. Así se libraron de un posible tiro al aire.

 

¿Y qué de los milagros? ¿Y qué de las profecías que describen a un hombre como él? ¿Y los sueños que yo tuve de él? (Es conocimiento común que cuando uno sueña a Sai Baba es por voluntad de él. No puedes soñarlo si no es su voluntad. Cuando lo sueñas es que en realidad él ha venido a ti y por lo tanto, es una gracia muy especial). ¿Y qué de las "materializaciones"? En resumen, el interés personal no tiene límites. La mente encuentra todo tipo de razones para justificar hechos o mantener un propósito.

 

¿Y que pasó con el niño de tres años que tenía cáncer?

 

¿Qué pasó con ese niño de tres años que Baba dijo que iba a curar? ¿Que pasó con el hecho de que él le dijo a los padres del niño (y yo estaba traduciendo) que ya no deberían llevar al niño al hospital, que no se preocuparan más por la terapia: "Yo lo voy a cuidar y lo voy a curar".

 

¿Y qué quiere decir que el niño murió del cáncer seis meses después?

 

¿Y qué del hecho de que él le había prometido a dos amigos míos (padre e hijo, yo fui el intérprete), de nuestro grupo, un lingam para curar la enfermedad de su esposa/madre y le volvió a hacer la misma promesa por segunda vez en el segundo viaje que dieron a la India? Ahora el hijo estaba enfermo y tenía una fiebre constante. ¿Qué quiere decir que Sai Baba aún no les daba el prometido lingam? La madre continuaba enferma y ahora prometía que iba a curar al hijo y que no se preocuparan: "No tomes la medicina", le decía. ¿Y qué del hecho de que ellos regresaron seis meses después y le dijeron a Sai Baba que él no podía trabajar sin tomar sus pastillas porque no podía hacer el trabajo con una fiebre de 39º centígrados? ¿Y qué del hecho que Sai Baba insistió: "Es sólo Calor de Cuerpo, no te preocupes, yo te cuidaré. No tomes la medicina"?

 

¿Pero qué del hecho que él joven murió unos meses después?

 

¿Y qué del hecho de que cuando uno da dinero le toca un buen asiento en la terraza, o de que uno puede comprar la atención de Sai Baba haciendo grandes donativos (tiene uno que asegurarse, sin embargo, de que ha pasado todos los pormenores a oídos de la personas correctas).

 

¿Y qué del hecho de que probablemente recibas atención si eres hombre y apuesto?

 

¿Y qué del hecho de que él habla de abstenerse del sexo, pero él no deja pasar una oportunidad?

 

¿Y qué del hecho de que él rompe una relación de pareja y luego va tras el hombre?

 

¿Y qué del hecho de que él le dice a un gran número de personas que la perfecta diferencia de edades en una pareja es de tres a cuatro años y agrega: "No como el sujeto que está en la cocina de pelo largo que está saliendo con una mujer de setenta años y lo hace por su dinero". Pero para él, que tiene 72 años de edad está bien tratar de recibir favores sexuales de un hombre que es cuarenta y cuatro años menor que él?

 

¿Y qué de esta DECEPCIÓN COMPULSIVA? Me tomó tres años.

 

Yo no espero que ningún genuino devoto de Sai Baba acepte los hechos mencionados nada más como así. De hecho muchos van a salir con razones muy buenas como: "Pero él es el Avatar. No podemos hacer escrutinio de sus actos ¿Cómo voy yo a entender?"

 

Estando allí, no hay novedad. Pero los hechos, la verdad, eso que es por lo que viajamos todos nosotros a la India, ahora nos llama a nosotros. La verdad clama ayuda.

 

Con los otros destrozadores y devastadores descubrimientos (como la supuesta pederastía, etcétera) en este reporte, de parte de otros devotos inocentes, yo creo que uno se lo debe a su propio espíritu, el aceptar, crecer y estar listo para apoyar a todas esas personas a quienes consideramos hermanos y hermanas, porque muchos de ellos, en especial los de más edad, que han sido devotos por décadas, van a necesitar todo el apoyo posible.

 

¡Que tengan buena suerte!

 

Hans de Kraker