EXERTO DEL DISCURSO DE SAI BABA DEL

23 DE NOVIEMBRE DEL 2000

EN LA OCASION DE SU SEPTUAGÉSIMOQUINTO CUMPLEAÑOS

 

Después de hacer la historia biográfica del Ex Presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, Sai Baba continúa con la siguiente aserción en relación a las alegaciones y críticas en su contra. 

 

AMOR Y CARACTER – EL CAMINO A DIOS

 

En el mundo, hay una constante lucha entre el bien y el mal. Había muchos que estaban celosos y lo (refiriéndose a A. Lincoln) hicieron víctima de calumnias. No deben darle importancia a esas falsedades. La alabanza y el abuso son muy comunes en el ser humano. También en Bharat (India), varios personajes famosos han sufrido dificultades similares, pero las han superado con éxito. Si vivimos en verdad y amor, no estaremos sujeto al daño. El cuerpo está destinado a caer en un momento u otro. Sólo por el hecho de salvarlo uno no debe desviarse por el mal camino. El cuerpo es perecedero, pero la verdad es eterna. Por lo tanto, lucha por la verdad. No hay nada mayor que la verdad.

 

La creación surgió de la Verdad y se funde con la Verdad,

¿Hay algún lugar dónde la verdad no exista?

Esto en sí es la Verdad Absoluta

(Poema en Telegú)

 

Hay algunas personas, cuyos deseos no se han cumplido, que se alejan y entran en malos caminos que son opuestos a los principios de Swami. El defecto es de ellos, no de Bhagavan. Hay cuatro clases de personas que le ponen reparos caprichosos a Dios. La primera es el ateo, el que profesa que Dios no existe. La segunda los que se expresan en contra Dios debido a sus celos de los que están en mejor estado que ellos. La tercer clase son los que se desilusionan porque sus deseos no han sido cumplidos. La cuarta, los que se lamentan ante la buena reputación y fama de otros que ellos mismos no pueden lograr. También están los que recurren a formas impropias y malas para alcanzar sus logros. Estos me dicen: “Swami, yo estoy comenzando una escuela o una sociedad y necesito tanto dinero”. Yo le digo la verdad: “Hijo, éste es otro país y tu territorio es otro. La moneda de este país no tiene valor alguno en tu país. Si tú necesitas ese dinero, entonces tendremos que acudir a medios ilegales y hacerle trampa al gobierno. Nunca podría yo aceptar ese tipo de práctica. No asocies a Bhagavan con eso”. Bajo estas circunstancias, ellos se regresan a su país y hacen todo tipo de alegaciones falsas en contra Bhagavan. No importa lo que otros digan. La Verdad de Bhagavan es sagrada y sin fallas. No le presten atención a la alabanza o al desprestigio. Porque su conciencia es propia. La divinidad está basada en la fe. La fe no es algo que se otorga. Cada uno tiene su fe propia.

 

Todos los Bharatiyas (indios) creen en la Divinidad. Hay unos pocos que dicen que Dios no existe. Para los que se niegan a creer, no hay Dios. Para los que tienen fe, hay Dios. En lo que a Bhagavan respecta todo es sí, sí, sí. La conciencia de cada individuo es su propio testigo. No desperdicien su energía en crítica negativa. Nunca deben abandonar su fe, la confianza en ustedes mismos y su alma. Algunas personas se ponen celosas al ver el crecimiento y la prosperidad de los otros. El celo es un demonio. Si a un árbol pleno de hojas, frutas y flores le cae una plaga en la raíz, el árbol completo muere rápidamente. La plaga no es visible a simple vista y labora insidiosamente. Eso no es la culpa del árbol. Una persona celosa esconde su celo dentro de su corazón y lo trasmite secretamente a los otros. Ésta es la forma maligna de hacer las cosas. A los ojos de Bhagavan no hay personas malas. Todo comportamiento maligno cambia más tarde o más temprano.

 

La verdad de Bhagavan es una. Todos pertenecen al rebaño de Bhagavan y Bhagavan le pertenece a todos. La única fortuna de Bhagavan es el amor. “Yo abrazo a todos con el mismo amor. Hasta los que llegan a mí con odio en su corazón me son queridos” – dice Bhagavan. Bhagavan no discrimina a los que hacen el mal y causan daño. Bhagavan está firme en su propia verdad. Todos deben observar esta ecuanimidad de Bhagavan y deben apreciar su actitud de unidad. A la unidad le sigue la pureza y a través de la pureza se logra la Divinidad. Para alcanzar la Divinidad, se tiene que cultivar la pureza y para la pureza todos deben de estar juntos en armonía. Sólo así se logra la meta.