29/07/2003 9:03
Hace
rato que no me ocupo de las falsas creencias religiosas. Pero a
las discusiones que tuve en el grupo "lacecilia"
se sumó que ayer hablé con alguien muy “devoto sai” (es decir, con
la cabeza BIEN lavada), y también con unas personas relacionadas con
el catolicismo carismático (me contaron que ven visiones divinas, "hablan
en lenguas", curan con la imposición de manos, etc.), y entre todos me
dejaron impresionado, como siempre, sobre la capacidad humana del
autoengaño. En particular, el devoto sai, por ejemplo, se creyó
durante meses que Sai Baba caminaba dificultosamente debido a que –
según había explicado a sus seguidores – su magnetismo estaba
aumentando, de forma tal que la Tierra se sentía atraída por su
cuerpo, como un imán atrae a las limaduras de hierro, y por lo
tanto, le costaba enormemente separar los pies del suelo…
jajaja, hay que reconocerle a Sai Baba una inventiva realmente fuera
de lo común. Este tipo es uno de los pocos que puede decir
prácticamente cualquier cosa teniendo asegurado que sus devotos
le creerán. Parece haber coleccionado a los crédulos extremos de todo
el mundo. Otros casos similares son el “reverendo” Moon (él también es
Dios en persona, vino para instaurar el Reino de los Cielos, puede
obrar todos los milagros, etc.) y Maharaj Ji, que sigue manteniendo a
sus seguidores a pesar del cúmulo de errores que ha cometido a lo
largo de su vida y las impresionantes idioteces que habla.
Volviendo a Sai Baba, lo cómico no termina aquí. Mientras él explicaba
este extraordinario fenómeno de su magnetismo personal, en los sitios
anti sai circulaba la jocosa versión de que él realmente había
comenzado a evidenciar su… artritis de geronte.
Algo compungido, ayer este devoto me contó que lo habían operado de
las piernas. Pareciera no recordar que Sai Baba se cansó de afirmar
que su cuerpo estaba fuera de los alcances del tiempo, y que nunca
tendría canas ni estaría sujeto al envejecimiento… de cualquier manera,
donde las predicciones de los falsos profetas fallen, ahí estará
presente el olvido de sus devotos.
Las personas necesitan ser engañadas
con desesperación, y buscan a su propio engañador con vehemencia. Si
el engañador que encuentran es patético - como en el caso de Sai Baba,
Maharaj Ji o Moon - sus propias mentes imaginarán y olvidarán todo lo
que sea necesario para seguir con sus sueños.
Tal la fuerza de Maya, la ilusión.
A veces es necesario hacer el trabajo sucio de denunciar lo podrido. A
fin de cuentas, es parte de la guerra contra el estado de locura de la
humanidad. Me siento bien porque Galaxio.com fuera la primera página
web en español en denunciar tanto a
Sai Baba (1997) como al
islamismo (2000). Si bien ahora pegarle a Sai Baba es un popular
deporte mundial, (ver el magnífico
sitio de Mario Arturo, un ex devoto) el islamismo sigue –
increíblemente! – sin atraer demasiado la atención de los autores web
castellanos. Una búsqueda en los buscadores puede confirmar esto
rápidamente. Quizás sea por miedo, o porque en el mundo hispano el
islamismo no es un gran problema, aunque lo sea a escala global.
Mientras tanto, en el mundo inglés, es un gusto visitar el gran sitio
de Alí Sina (http://www.faithfreedom.org)
que es la punta de una nueva oleada de ex musulmanes cultos y muy
valientes que se están ocupando activamente para abrir los ojos de
todos, incluyendo a los propios musulmanes, sobre la verdadera
naturaleza del islamismo, algo que ha causado tanto dolor a la
humanidad.