ARTÍCULO EN EL  PERIODICO THE TELEGRAPH, INGLATERRA

SÁBADO 28 DE OCTUBRE DEL 2000

 

por MICK BROWN

 

El gurú Sai Baba ha salido de la India sólo una vez, sin embargo sus devotos alrededor del mundo se estiman en unos 50 millones. Lo adoran como un dios viviente quien, como mínimo, puede cambiar la vida de las personas y hasta hacer milagros. Ahora sus seguidores están  rencorosamente divididos debido a las alegaciones de que su gurú, por años, ha estado sistemáticamente abusando sexualmente de jóvenes discípulos que han sido llamados a su presencia. Por Mick Brown.

 

Mientras manejaba desde el pequeño aeropuerto en el Midwest (occidente medio) de los Estados Unidos, donde me había ido a esperar Carrie Young con su esposo, hacia el centro de la ciudad, ella tomó una fotografía de gran tamaño del asiento trasero de la camioneta. Enmarcada en dorado, la fotografía mostraba a la pareja con sus tres hijos posando con hombre indio mayor, algo grueso, con una cara gordita y un ostentador corte de pelo a la afro, vestido en una túnica roja. En la foto, los Young parecían resplandecer de felicidad. “Y pensar,” dijo Carrie, “que éste es el hombre que nosotros creíamos que era Dios”.

 

Sathya Sai Baba: por años, sujeto de retumbantes alegaciones de estafa, fraude y cosas aún peores.

 

Hacía treinta minutos que había conocido a los Young, pero ya había decidido como hace uno algunas veces que me caían bien, que eran el tipo de norteamericanos conocidos como flechas rectas: honestos, decentes, y confiables. Una hermosa pareja, muy limpia, en sus cuarentas; ambos trabajaban en computación. El año anterior, dijo Jeff, había sido muy difícil por todo lo que había pasado, pero que ya se estaban recuperando. Cualquier experiencia ofrece un potencial para el crecimiento, dijo, aún una tan traumática e increíble como ésta. Los Young valuan mucho lo que es el crecimiento.

 

Un año atrás, su hijo Sam había llegado a ellos con una espantosa aserción: Sathya Sai, les dijo el hombre a quien ellos habían reverenciado como Dios por más de veinte años- era, de hecho, un abusador sexual. En el curso de cuatro años en al ashram, mientras que los padres de Sam estaban sentados a sólo unos metros, emocionadísimos de que su hijo estuviese en tanta cercanía al divino, sintiéndose seguros de que el hombre-dios se estaba ocupando del bienestar espiritual de su hijo- Sai Baba, en sí, lo estaba sometiendo a un sostenido y sistemático abuso sexual. Conocerás a Sam en el restaurante,dijo Carrie, él está preparado a hablar de esto. También siente que es importante.

 

Sam era un chico alto, tímido, de ojos azules, cuya fisionomía solamente podría ser descrita como angelical. Los Young ordenaron hamburguesas y cerveza algo que parecía desafío, ya que en los 23 años de conocer a Sai Baba la familia se había convertido en estrictos vegetarianos. Durante las siguientes cuatro horas, me contaron la historia de cómo habían llegado a Sai Baba; de sus aspiraciones espirituales, los sueños, las visiones, los milagros y la pesadilla en la que su vida se les había convertido. Y siempre, durante toda la conversación, la misma pregunta se repetía una y otra vez : ¿cómo había sido posible que llegara a eso?

 

Por más de cincuenta años, Sai Baba ha sido el hombre santo más famoso y poderoso de la India un hacedor de milagros, se dice, un instrumento de lo divino. Sus seguidores se extienden, no sólo a través del subcontinente de la India, pero también a través de Europa, Las Américas, Australia y por toda el Asia. Un estimado de el total número de devotos en el mundo fluctúa entre diez y cincuenta millones.

 

Para tan siquiera comenzar a apreciar la escala y la intensidad de sus feligreses, es necesario tener un entendimiento de lo que sus devotos creen que él es y los poderes que se le atribuyen. Mucho de lo que sigue existe en el reino de lo racionalmente inexplicable. Entre sus devotos, Sai Baba es considerado ser un avatar: literalmente, una encarnación divina, uno de los singulares seres divinos como Krishna o Cristo, de quienes se dice que toman forma humana para adelantar la evolución espiritual del hombre.

 

Según la hagiografía escrita por su difunto secretario y discípulo, el Profesor N. Kasturi, Sai Baba nació mediante una inmaculada concepción en la sureña aldea de Puttaparthi en la India en 1926. Desde joven, mostró señales de habilidades milagrosas, incluyendo la materialización de flores y dulces de la nada. A la edad de trece años se declaró ser la reencarnación de un venerado santo de la India del sur. Shirdi Sai Baba, que había muerto en 1918. Cuando fue retado a comprobar su identidad, según escribe Kasturi, él niño lanzó un puñado de flores de jazmín que al caer al suelo formaron el nombre Sai Baba en telegú (dialecto del sur de la India).

 

En 1950, estableció un pequeño ashram, Prasanthi Nilayam (Morada de la Serenidad) en su aldea natal. Este lugar ahora ha crecido al tamaño de un pequeño pueblo que acomoda a diez mil personas, con decenas de miles más que pueden quedarse en los numerosos hoteles y manzanas de apartamentos que han surgido por todas partes. Es tanto el número de peregrinos, que hace pocos años se construyó una pista de aterrizaje cerca del pueblo. Hay una escuela primaria, una universidad, un colegio universitario y un hospital en el ashram y otras innumerables instituciones por la India que llevan el nombre de Sai Baba.

 

En la India, sus devotos incluyen al ex primer ministro P. V. Narasimha Rao, el actual Primer Ministro, Atal Bihari Vajpajee, y una variedad de jueces, académicos, científicos y políticos prominentes. Al contrario que otros gurús de la India que han viajado por el Occidente, cultivando seguidores entre los buscadores de fe y celebridades, Sai Baba ha salido de la India sólo una vez, en los años setenta, para visitar Uganda. Su reputación se promulgó en el oeste de boca en boca. Sus devotos tienden a ser de la clase media educada.

 

Se dice que como instrumento de lo divino, Sai Baba es omnisciente, capaz de ver el pasado, el presente y el futuro de todo el mundo; sus milagros incluyen materializar objetos de recuerdo para sus devotos, incluyendo relojes, anillos, y dijes, así como vibhuti o ceniza sagrada.  Como Cristo, se supone que haya creado comida para alimentar a las multitudes y que se le haya aparecido a sus discípulos en momentos de crisis o necesidad. Hay innumerables relatos de curaciones y al menos dos casos de resucitar a muertos.

 

Diferente al conductor de Rolls Royce, gurúRajneesh, quien predicaba un filosofía de impetuoso libertinaje, o el Maharishi a quien le dio fama los Beatles y que sacó al mercado las técnicas tradicionales de meditación como ayuda a una mejor salud y eficiencia, las enseñanzas de Sai Baba se asemejan a un síntesis de todas las grandes fes con un énfasis, en particular, en la caridad cristiana, encerrado como en relicario en su ubicuo aforismo Ama a Todos, Sirve a Todos. Quizá el más improbable de sus discípulos sea Don Mario Mazzoleni, ex sacerdote del Vaticano y autor del libro Un Sacerdote Católico Conoce a Sai Baba, en el que expresa su convicción de que Cristo y Sai Baba son la misma manifestación de Dios en la tierra. Mazzoleni fue excomunicado en 1992 debido a esta creencia. 

 

El evento principal de Prasanthi Nilayam es el darshan, en el que Sai Baba emerge dos veces al día de su recinto adyacente al templo principal y camina entre los miles de devotos sentados en el duro piso de mármol. Manos se extienden para tocar sus pies o para entregar cartas de súplica. Ocasionalmente él hace una pausa, para ofrecer una bendición o materializar vibhuti para una de las manos extendidas. Es durante el darshan que Sai Baba, mediante un desconocido criterio, escoge personas de la multitud para audiencias privadas. Cuando visité el ashram, hace tres años, haciendo investigaciones para un libro sobre la India, mi solicitud al secretario para una entrevista con Sai Baba fue gentilmente negada, una carta formal al propio Sai Baba pasó inadvertida. Toda la semana siguiente, me senté sobre el piso de mármol del templo esperando ser escogida para una audiencia. Nunca se materializó. Algunos devotos puede que esperen años.

 

Es difícil describir la atmósfera de ferviente devoción que penetra el ashram. Los devotos hablan de haber sido llamados a través de sueños, visiones o curiosos casos de sincronización, imposibles de explicar y demasiado poderosos como para ser ignorados. La multitud se vale de pericias para obtener posiciones y ser valorados con interminables reciclajes de sus poderes y milagros. Es un catalizador de todas las emociones imaginables – piedad, esperanza, desesperación y orgullo. Una persona lo describió como metales siendo fundidos, que hace que toda la inmundicia suba a la superficie.

 

Inevitablemente para una figura tan potente. Sai Baba ha sido, por años, víctima de escandalosas alegaciones de truco, fraude y cosas peores. Pero ha demostrado ser notablemente inmune a la controversia, ya que las acusaciones han hecho muy poca mella a su creciente número de seguidores o la estima que se le tiene. Pero todo eso parece que va a cambiar.

 

En los meses pasados, una extraordinaria lluvia de alegaciones han aparecido espolonadas por un documento con el título de The Findings (Los Descubrimientos), compilados por un ex devoto inglés llamado David Bailey – que amenaza con tambalear los cimientos del santo imperio de Sai Baba. Puede que Sai Baba represente una creencia de fe muy antigua, pero el instrumento de acusación en su contra es totalmente moderno. Originalmente publicado en formato de documento, The Findings rápidamente encontró su camino por medio del internet, donde se ha convertido en el catalizador de un desaforado debate cibernético con el tema de que si Sai Baba es verdaderamente un ser divino o como lo describe uno de sus ex devotos, un peligroso pederasta.

 

Parte de lo imponderable de esta historia es que los cargos en contra Sai Baba fueron comenzados por un rotundo y jocoso pianista concertista de Llandudno:

 

David Bailey se convirtió en devoto de Sai Baba en 1994, cuando tenía 40 años, atraído por un interés en la reputación del gurú como sanador espiritual. Yo no podía verlo como Dios, dice Bailey, pero sí creí que podría ser  un gran hombre santo con ciertos dones.

 

Como el ser extrovertido que es, Bailey rápidamente se convirtió en una obícua y popular figura entre los devotos. El viajó por todo el mundo hablando y tocando en las reuniones y visitaba el ashram en la India tres o cuatro veces al año, tocando con frecuencia durante el darshan y enseñándole música a los estudiantes del Sai Baba College. A lo largo de cuatro años, Bailey alega que ha tenido más de cien entrevistas con Baba. Por instigación de Baba, Bailey se casó con una devota compañera y juntos editaron una revista para difundir las enseñanzas de Sai Baba. Pero mientras más se acercaba a Sai Baba, me cuenta Bailey, más se multiplicaban sus dudas. Los milagros, concluyó que eran trucos de segunda, las curaciones un mito, y los poderes de Baba de poder leer las mentes y las vidas de la gente eran puramente ingeniosos usos de la información extraída de otros.

 

La debilitada fe de Bailey fue finalmente aplastada cuando unos estudiantes vinieron a contarle como ellos estaban siendo abusados sexualmente por el gurú. Me dijeron: Por favor señor, ¿puede usted ayudarnos de regreso a Inglaterra?. No podían decirles a sus padres porque tenían miedo de que no les creyeran y temían por su seguridad personal.

 

Escandalizado por las alegaciones, Bailey cortó su asociación con Baba y comenzó a preparar un archivo de evidencias de ex devotos alrededor del mundo. The Findings (Los Descubrimientos) es una crónica de ilusiones destrozadas. Contiene alegaciones de trucos, incluyendo engaños, e irregularidades financieras en cuanto a los fondos del hospital y un proyecto de agua potable para los poblados en los alrededores del ashram, que es usualmente ostentado como prueba de su munificencia.

 

Algunas de estas alegaciones ya han salido a la luz pública en el pasado. Un ex devoto, B. Premanand, ha virtualmente convertido en una carrera desprestigiar a Sai Baba a través de su publicación, The Indian Skeptic. Pero los cargos que se encuentran en The Findings poseen otra magnitud. Incluyen relatos textuales de abusos de devotos de Holanda, Australia, Alemania y la India. Conny Larson, un reconocido actor de la pantalla sueca, dice que Sai Baba, no sólo lo acosó sexualmente a él, sino que se enteró mediante jóvenes estudiantes de los acosos sexuales que habían recibido del gurú.

 

En el mes de abril, Glen Meloy un asesor de gerencia retirado y un prominente devoto de California por 26 años consecutivos recibió una carta de una señora norteamericana que había leído The Findings en el internet. Su hijo de quince años, también había sido abusado sexualmente. Con su carta venía incluido una declaración de cuatro hojas del propio joven alegando abuso sexual múltiple.

 

Meloy lanzó su propia campaña a través del internet para dar a conocer las alegaciones. Los efectos de esto han sido enormes.

 

Ha habido una ola de deserciones de grupos a través del Occidente. En Suecia el grupo central ha cerrado sus puertas, así como una escuela basada en la Educación de Valores Humanos, un programa ideado por educadores en el colegio universitario de Puttaparthi.

 

De otros devotos, sin embargo, la respuesta ha sido de incredulidad y desmentida. Sai Baba, dice Bailey, es un simple sexo maniaco, o total egotista en busca de dinero, en busca de poder. Un verdadero embustero. No, dicen otros, Sai Baba es Dios.

 

La familia Young no son de los que aparecen en la lista de The Findings, pero la historia de cómo llegaron a Sai Baba no fue atípica. Al principio de los años setenta, Jeff se comenzaba a interesar en la búsqueda espiritual, primero mediante las drogas psicodélicas y después mediante el yoga y la meditación. Se enteró de Sai Baba a través de un amigo en 1974, cuando tenía dieciocho años, visitó la India por primera vez motivado, dice, por un intenso deseo de sentir la experiencia de Dios.

Las enseñanzas de Sai Baba le vinieron como anillo al dedo. Lo primero que leí de él fue: Sólo hay una casta, la casta de la humanidad; sólo hay un lenguaje, el lenguaje del corazón; sólo hay una religión, la religión del amor; sólo hay un Dios, y él es Omnipresente. Eso tenía un sentido perfecto para mí. Él no alegaba ser parte de ninguna religión. Se trataba todo de amor.

 

Un mes antes de partir para la India, Jeff tuvo un sueño en el que estaba en fila para ver a Sai Baba. Baba pasó por su lado, se volteó, lo miró por arriba del hombro, le guiñó un ojo y dijo la palabra talk (hablar). En su primer día en la India, estaba sentado en la fila cuando Sai Baba pasó por su lado. Entonces se paró y me miró por arriba del hombro, me guiñó un ojo y me dijo: Talk – exactamente igual a lo que había hecho en el sueño.

 

Tres semanas más tarde, Jeff tuvo una entrevista privada con Sai Baba. Y recuerdo haber sentido una paz que nunca había sentido antes. Regresó a los Ángeles donde vivía en una comunidad con otros devotos de Sai Baba. Conoció a Carrie, cuya infancia había sido caracterizada por el abuso de sus padres y sus primeros años de adolescencia por el abuso de drogas. Ella también se convirtió en devota de Baba, dejando todo su pasado atrás. Se casaron, se cambiaron al área del Oeste Medio de los Estados Unidos y comenzaron a tener familia. A lo largo de los años, visitaron a Baba de vez en cuando. Fundaron una comunidad, enseñaron a sus hijos en la casa, de acuerdo con las enseñanzas de Sai Baba y lucharon para tener una vida de pureza y auto-disciplina basadas en los principio de Ama a Todos, Sirve a Todos.

 

En 1995, las cosas comenzaron a cambiar. Su hijo, Sam, que ya tenía dieciséis años, visitó el ashram con un amigo de la familia y fue escogido para una audiencia privada con Baba. Dieciocho meses después, los Young regresaron a Puttaparthi; de nuevo Sai Baba escogió a Sam y los llamó a él y la familia a una entrevista. Le hizo mucho caso a nuestro grupo, dijo Jeff. Materializó un anillo para mi hijo. Le dijo a todos que Sam había sido un gran devoto de Shirdi Sai en una vida pasada – continuó ensalzándonos.

 

En el curso de esa visita, los Young fueron llamados para siete audiencias, mientras que Sam tuvo unas veinte audiencias privadas. La familia se sentía bendecida y privilegiada. Baba aconsejó a Jeff en sus negocios, firmó los estatutos de su comunidad y les dijo que un día iría a visitarlos. Materializó anillos, relojes, pulseras, les dio túnicas y el lungi de seda que usa debajo de su túnica, junto a su piel. La gente se preguntaba que onda con nosotros?, exclamó Jeff. Hubo un hombre que de verdad me dijo: Cuando yo muera, quiero venir como tú. Y Baba nos decía que no habláramos mucho, que mantuviéramos todo callado, porque causaba celos en los demás – que es verdad.

 

Al año siguiente, la familia regresó a Puttaparthi tres veces. En cada ocasión se les otorgaban dos o tres audiencias. A Sam le tocaba el doble. No podíamos imaginarnos que estaría pasando, dijo Jeff. Le preguntábamos a Sam y nos decía que Baba le hablaba de su futuro. Todos los días llegaba con otro reloj, otro anillo. Pensamos que nuestro hijo recibía esa atención porque a lo mejor habría hecho mucho por Shirdi Sai. Sólo estábamos racionalizando. Uno puede racionalizarlo todo.

 

En 1995, Sam se dirigió a su padre. Le dijo que n una audiencia privada, Sai Baba había materializado aceite en su mano, desabotonado sus pantalones y le había frotado sus genitales. Jeff le dijo a su hijo que él también había tenido una experiencia similar la primera vez que vio a Sai Baba cuando tenía dieciocho años. Yo le pregunté a Sam que había pensado sobre eso. El dijo que no había sentido nada sexual acerca de ello; era como si Sai Baba estuviese haciendo su labor. Y yo había tenido esa experiencia. Un doctor le hace un reconocimiento a un niño. Yo lo había tomado como un tipo de curación. Después de eso, Sam no volvió a hablar de sus experiencias.

 

Lo que actualmente ocurrió fue esto: desde la unción con aceite, el acoso se había hecho más abusivo y hasta forzado. Sai Baba lo había besado, lo había acariciado y trató de forzarlo a que le hiciera sexo oral, explicándole que era para purificación. Casi todas las veces, Sai Baba le había hecho regalos como relojes, anillos, bisuterías y efectivo. En total alrededor de diez mil dólares. Él le había dicho que no le dijera nada a sus padres.

 

Entonces ¿por qué Sam continuó yendo a las audiencias sin decir nada? Desde el día que nació, dijo, había sido enseñado a creer que Sai Baba era Dios. Toda mi vida, esa había sido mi meta. Que Sai Baba me diera una entrevista y que habláramos de mi vida. Entonces llegué ahí y mi mamá estaba tan contenta en la multitud y entonces veo lo que de verdad había allá dentro para mí....pensé, a lo mejor esto es amor, y él lo quiere sentir conmigo, pero yo no quiero eso.

 

Cuando Sam le preguntaba a Baba por qué estaba haciendo eso, él le decía que era porque Sam era un devoto especial – que eso era una gran bendición. Cuando Sam intentaba hacer resistencia, él dice que Baba lo amenazaba con no llamar a sus padres para más entrevistas. Sentía que tenía obligaciones, con mis padres, nuestras amistades y todos esos miles que estaban sentados afuera queriendo haber estado en mi lugar, sin conocer lo que en realidad estaba sucediendo allá adentro.

 

Entonces lo más grande del caso era el concepto de que él es Dios, desde la primera vez que oí de él, cosa que cuando él dice, no se lo digas a nadie...

 

De hecho, Sam sí se lo dijo a alguien. Le confió lo que estaba sucediendo a dos jóvenes norteamericanos que estaban estudiando en el colegio universitario de Puttaparthi. Ellos habían tenido experiencias similares. Lo justificaron como una experiencia divina, pero no hablamos mucho de eso debido a que como él es omnisciente, el sabría lo que estábamos diciendo y lo que estábamos

pensando.

 

Si tú escuchas lo que Baba dice, él habla de ocuparse de tu vida, y yo estuve pensando, yo estoy contigo, entonces todo ha de andar bien. Lo único que, me estaba haciendo cosas que yo no quería hacer y yo lo estaba permitiendo.

 

En 1998, según Sam, Baba trató de violarlo. Al año siguiente, el día antes de salir la familia para Puttaparthi, él le dijo a su padre que no quería ver a Baba solo, sin especificar por qué. Jeff se dio cuenta de que algo andaba mal: Yo le dije, siempre tienes que ser honesto con tu conciencia. A la familia no le importa si nunca tenemos otra audiencia.

 

En Puttaparthi, Sam fue llamado de nuevo para una audiencia privada. Cuando Sai Baba intentó que le hiciera sexo oral, Sam se salió de la habitación por última vez, Aunque pasaron unos meses antes de que se atreviera a contárselo a sus padres. Jeff dice que les tomó unas semanas procesar lo que habían oído. Sabíamos que Sam estaba diciendo la verdad, pero yo aún me preguntaba que querría decir todo eso?

 

Los Young se pusieron en contacto con una de las personas más prominentes de la Organización Sai de los Estados Unidos. El nos dijo que debe haber sido algún tipo de prueba, dijo Jeff, y por un momento nos sentimos mejor.

 

Entonces el Dr. Michael Goldstein, el hombre a cargo de toda la organización de Baba en los Estados Unidos, voló a California para juntarse con ellos. Él dijo: Tenemos que hablar con Baba acerca de esto; las palabras no son lo suficiente, la fe tiene que ser restablecida. Inmediatamente Goldstein fue a la India. A su regreso le dijo a los Young que Sai Baba le había dicho que él es puro y Goldstein lo aceptó y le preguntó a Jeff si su hijo no era alucinatorio. Los Young no le han vuelto a dirigir la palabra al Dr. Goldstein.

 

Yo intenté contactar a Goldstein en los Estados Unidos, pero me fue dicho que él estaba fuera, en Puttaparthi. Sin embargo, otro devoto mayor, un fideicomisario de la Asociación Sathya Sai Baba de América, sí regresó mi llamada. Jerry Hague me dijo que él y su esposa eran devotos desde hace veinticinco años. Expresó que estaba profundamente escandalizado con las alegaciones y que no podía ni comenzar a entenderlas.

 

Todo lo que yo sé en mi corazón es que Swami es el más puro de lo más puro y que todo lo que hace es por el más alto bien de todos. Si otros creen otra cosa, así es lo que sienten. Es un misterio para mí, y así es como lo estoy dejando. Yo sólo sé en mi corazón lo que he encontrado.

 

Esta incredulidad Sai Baba es Dios, Dios no hace estas cosas- era el tema que hacía eco entre los innumerables otros devotos con los que yo hablé en los Estados Unidos y en Inglaterra. Una mujer me dijo que las alegaciones eran totalmente inconsistentes con su experiencia de Sai Baba en los treinta años que lleva con él. Otros dicen estar convencidos que eran el producto de alucinaciones o de proyecciones de muchachos y jóvenes que estaban  pasando por una edad sexualmente difícil.

 

Navegando por el internet, me encontré con una página llamada The Sai Critic (El Crítico de Sai), establecida por unos devotos como respuesta a The Findings (Los Descubrimientos) para asesorar a aquellos que su fe pudiera estar tambaleando a causa de las alegaciones.  Los autores anónimos de la página exhortan a los devotos a creer sólo en sus propias experiencias y citan un aforismo de Sai Baba: Cuando la duda entra por la puerta delantera, la fe sale por la puerta trasera. Mantengan sus puertas cerradas.

 

En cuanto a las alegaciones de abuso sexual, los autores declaran que como Sai Baba es una encarnación divina, uno no puede atribuirle motivos sexuales a él, ni interpretarlo a la luz de la experiencia sexual humana. En otras palabras, como Sai Baba es divino, lo que él haga está más allá del entendimiento y mas allá de ser explicado.

 

Entre las personas nombradas en The Findings (Los Descubrimientos) está el Dr. Bhatia, el ex responsable del banco de sangre en el Hospital Sathya Sai de Especialidades Superiores, quien, se dice, tuvo una duradera relación sexual con Sai Baba. Bhatia renunció a su cargo en el hospital en Diciembre de 1999 y ahora es el administrador de un hospital en Nueva Delhi.

 

Mediante una conversación telefónica, Bhatia dijo que él nunca había cuestionado a Baba por su conducta, o la explicación de Baba que era la actividad de Dios. La Devoción, dice Bhatia, no necesita justificación alguna. En mi filosofía de la vida, todo lo bueno y todo lo malo le pertenece a Dios. Eso es lo que yo creo, y es por eso que lo que él haga no me afecta de esa manera.” ¿Estaba diciendo él que aún cree que Sai Baba es Dios? .

 

Como muchos otros, estuve hablando con Isaac Tigrett que se describe a sí mismo como un buscador espiritual. Entre los devotos, Tigrett es famoso por haber sido el hombre que construyó el hospital de Sai Baba. Co-fundador de la cadena de restaurantes Hard Rock, Tigrett vendió su parte en el negocio a principio de los años noventa y donó veinte millones de dólares para la construcción del Hospital Sathya Sai de Especialidades Superiores. De ahí se fue a fundar otra cadena de clubs-restaurantes en los Estados Unidos, los House of Blues. Ahora vive en Londres, donde está estableciendo el Spirit Channel, una página de internet dedicada a explorar las enseñanzas espirituales.

 

Un hombre grande, con un pecho sobresaliente, entre los cincuenta y los cincuenta y cinco años, portando un elegante traje cruzado, Tigret posee la ostentosa apariencia y el opulento encanto de un empresario teatral. Nos reunimos en su club en Londres.  Tigrett tomaba cerveza y fumaba, un hombre, al parecer con sus dos pies muy bien puestos en el mundo real.

 

Por parámetros normales, la historia de Tigrett de cómo conoció a Sai Baba es extraordinaria; de acuerdo con las historias que uno oye de Sai Baba, es como el pan de cada día. Nacido en el sur de los Estados Unidos y criado bautista, Tigrett siempre ha tenido una curiosidad acerca de asuntos espirituales. En 1974, me contó, estaba viajando por la India, echándole un vistazo al panorama de los gurús. Una mañana en un hotel del norte de la India, mientras estaba desayunando, oyó una voz que claramente le dijo: Al fin viniste; te he estado esperando. Al voltearse, vio una foto en la pared de Sai Baba, del que nunca había oído nada ni sabido nada.

 

Inmediatamente viajó al ashram de Sai Baba. Recordaba que era un día festivo y que había unas cinco mil personas reunidas para el darshan. Él simplemente vino directo a mí y me dijo: Al fin viniste; te he estado esperando. Sai Baba entonces manifestó vibhuti en la mano de Tigret. Entonces me dijo: Espérate aquí, tenemos muchas cosas que vamos a hacer juntos . Pasaron 15 años antes de que Baba le volviera a hablar.

 

Tigrett dice que él era muy cínico y muy sospechoso. Yo creo en el gurú interior – siguiendo uno su propio corazón – no el gurú exterior. Nunca se me habría ocurrido que sería un maestro exterior el que me llevaría al camino.

 

En los siguientes quince años, sin embargo, se encontró sometido a una variedad de asombrosas experiencias que él le atribuyó a Sai Baba. La más impresionante ocurrió en 1976.  Era el tiempo, dijo que sus dudas de Sai Baba habían llegado a lo máximo. Cuando manejaba un Porsche Turbo por los cerros de Hollywood Hills después de una desvelada fiesta, se salió de la carretera a 80 millas por hora y atravesó una barricada a un abismo de unos 65 metros. No llevaba puesto el cinturón de seguridad. En el momento sabía que iba a morir, podía sentir presión sobre mis hombros, miré y vi, al parecer, a Sai Baba sentado a mi lado con sus brazos a mi alrededor. El coche pegó en el suelo y se volteó más de doce veces antes de aterrizar sobre sus ruedas  totalmente destruido. Y yo no tenía ni un rasguño. Pensé, esto no puede ser verdad. ¿Era él? ¿Fue mi imaginación? ¿Lo llamé y luego me hice la idea de que estaba allí?

 

Al día siguiente, Tigrett se fue a la India, para darle las gracias. Tigrett se pasó tres meses sentándose en darshan y él no me miró ni siquiera una vez. Pasarían otros trece años, dijo, hasta que Sai Baba lo llamara para una audiencia.

 

Yo le pregunté, por qué tuve que esperar tanto tiempo- El me dijo: Ego grande.

 

Estas cosas eran muy difíciles de explicar, dijo Tigrett, imposibles de explicar. Él no cree que Sai Baba es Dios, me dijo. El ni siquiera se considera un devoto. Pero para mí, es tan simple como esto: Fuese lo que fuese lo que experimenté, cambió mi vida; fuese lo que fuese que él hizo, me mantuvo en el camino espiritual, por lo que estoy muy agradecido. Y nunca podré negar esa experiencia; nada que él haga va a cambiar eso.

 

Entonces ¿cómo compagina Tigrett sus experiencias de Sai Baba con las alegaciones de abuso sexual?  No puedo. Hay dos campos aquí, ¿Está uno en contra de Sai Baba o a favor de él? Yo pienso que si dices que estás a favor de él, estás en negación al decir que estas cosas no pasaron, que son historias inventadas. Yo no creo eso. Yo creo que las alegaciones son verdad.  Y si estás en contra, se supone que tomes tu espada y lo mates. Yo no estoy en ninguno de esos dos campos. Para mí, la única relación significativa con él es la personal y todo el mundo tiene que tomar una decisión personal basada en eso.

 

En cuanto a tratar de comprender a Sai Baba, Tigrett dice que hace años que se dio por vencido. Yo sé que materializa objetos, porque yo lo he visto. Y también sé que él hace trampa y pretende que los ha manifestado, porque también lo he visto hacerlo. ¿Yo no sé por qué? Quizás no es más que un juego.

 

Tigrett dice que él cree que todo lo que Sai Baba hace es una enseñanza. Quizás, dijo, el creciente escándalo también es una enseñanza, una forma de forzar a los devotos a que dejen de adorar la forma de Sai Baba, y consideren la divinidad en ellos. Yo me acuerdo que él me dijo hace unos tres o cuatro años que las personas lo dejarían por montones. Me dijo: Yo no soy una religión, yo no soy una personalidad, yo no soy un culto de personalidad. La gente viene aquí a ver milagros, a tener una vacación, y ni siquiera reciben las enseñanzas. El dijo esto varias veces, se trata de seguir al gurú interior, no de seguir a Sai Baba? Tigret hizo un movimiento con su cabeza: Un total y completo enigma.

 

Entre las más destacadas facetas de esta controversia, se encuentra el rol del internet. Aun hace diez años es muy dudoso que estas alegaciones en contra de Sai Baba se hubieran difundido tan rápida y ampliamente. En su discurso de octubre de 1999, Sai Baba instruyó a sus devotos diciendo que Swami no tiene nada que ver con el internet. No sólo ahora, sino también en el futuro. No deberían participar en esas malas actividades. Pero en el reino del ciberespacio, las acusaciones, las justificaciones y las negaciones continúan multiplicándose. Junto con los espeluznantes relatos de abuso sexual, hay otros relatos de milagros, curaciones y llamadas a la fe.

 

Conny Larsson ha establecido un grupo de apoyo para los que alegan abusos de parte de Sai Baba y dice que recibe unos 20 o 30 correos electrónicos diariamente de víctimas pidiendo ayuda. No se puede dejar a esta gente en el desierto.

 

En los Estados Unidos, la campaña organizada por Glen Meloy se ha concentrado en enviar copias tras copias de alegaciones a senadores, a la Casa Blanca, al FBI y a periódicos en la India. El más destacado éxito de la campaña sucedió en Septiembre cuando la UNESCO retiró su co-patrocinio y su participación en la conferencia educacional en Puttaparthi, citando mucha preocupación por las alegaciones de abuso sexual.

 

Meloy también está intentando poner una demanda judicial en contra de los líderes de los grupos Sai en los Estados Unidos que él siente que han conspirado para mantener esto tapado.

 

En este país, similares representaciones se han hecho a los Comisionados de Caridad (hay una rama de la organización registrada en este país) y al Home Office, apremiándoles a que emitan un aviso público advirtiéndoles a los que viajen a la India sobre las alegaciones y haciéndoles ver que dejar de avisar podría constituir una violación de las obligaciones internacionales del Gobierno bajo los convenios de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

 

Para todas las alegaciones que se han hecho en contra de él a través de los años, Sai Baba nunca ha sido legalmente acusado de ningún crimen, sexual o de cualquier otra índole.  Y su exaltada posición en la India lo ha mantenido hasta ahora amparado de cualquier cuestionamiento en público.

 

En junio de 1993 el fue sujeto de un aparente intento de asesinato, cuando cinco jóvenes entraron en su residencia privada. Dos de sus asistentes fueron muertos a puñaladas y cuatro de los presuntos asaltantes fueron matados a tiros por la policía en defensa propia. Se alega que Sai Baba escapó, saliendo rápidamente de su habitación y activando una alarma. En un discurso después de los hechos, dijo que el ataque había sido motivado por celos. El Dr. Bhatia me dijo que él era de la opinión que el ataque  estaba ligado a las actividades sexuales de Baba. El gurú nunca fue interrogado por la policía al respecto. La prensa de la India hizo surgir la pregunta    obvia: “¿Si Sai Baba es omnisciente, como no lo pudo anticipar?

 

Entre los ex devotos hay un sentido de escándalo, traición e ira una sed si no de revancha, de un rendir de cuentas. Sabemos que muchas víctimas han sido molestadas sexualmente, me dijo Glen Meloy, pero en realidad todos los ex devotos fueron violados espiritualmente porque escogimos creer que este hombre era lo más elevado. Yo consideraba que él era el Dios de dioses, el creador de toda la creación, mi amigo, mi todo. El intenso deseo que tengo ahora de exponerlo es en proporción exacta a la cantidad de devoción que tuve por él.

 

Meloy dice que él hizo pedazos todas las fotos que tenía de Sai Baba en su casa desde el momento en que se enteró de las alegaciones. El sabe de devotos de están ahora vendiendo sus casas en una determinación por purgar de sus vidas cualquier mácula de asociación con Sai Baba. Nosotros dimos todo nuestro poder y ahora podemos mirar atrás y ver lo que hicimos. Uno llora y se pregunta cómo es que ha podido pasar esto.

 

¿Cómo pasa esto? En un mundo imperfecto, ansiamos alguna evidencia de perfección, algún símbolo de ineluctable bondad. El gurú se convierte en la expresión de ese sueño.

 

Sentado en el restaurante en un acogedor y pequeño pueblo del Oeste Medio de los Estados Unidos, Jeff Young batallaba por comprender qué lo había llevado a creer que un gurú indio podría ser Dios. Recordando su primera entrevista – “Recuerdo haber sentido una paz que nunca antes había sentido – ahora piensa que simplemente fue engañado. Había tanta gente que quería tener esa entrevista,  que me convencí a mí mismo que era tan extraordinario y especial que debería sentirme en la gloria, porque fui escogido.

 

Ahora se puede dar cuenta, dice, como él había ignorado todas las contradicciones, las explicaciones fabricadas de todo lo que no encajaba. Yo sabía que las manifestaciones eran falsas. Yo me sentaba allí y lo veía sacar cosas de abajo del cojín. Era tan obvio. Y él se daba cuenta que nos dábamos cuenta y como que se reía. Pero yo pensaba que me estaba probando para ver si yo estaba enfocado al amor o a lo externo. Porque Baba dice: Ama mi incertidumbre. Nunca podrás entender al avatar.

 

Mirando al pasado, decía que cuando Sam finalmente le habló sobre el abuso sexual, no le fue nada difícil creerlo. Me di cuenta que ya hacía tiempo que lo sabía, pero no lo sabía. Movió su cabeza de un lado a otro. Se mete tanto en la mente. Te preguntas a ti mismo, ¿cómo pueden estar equivocadas millones de personas?  ¿Cómo pueden ser engañadas millones de personas  ¿Yo creo que muchas personas niegan que estas cosas están pasando porque les da pena. Yo mismo lo sentí. Nosotros pasamos 23 años criando a nuestra familia para que creyeran en él, como navegando en contra la corriente. Te pones a pensar ¿cómo es que estaba tan equivocado?

 

Cuando Sam le dijo a Jeff y a Carrie la verdad acerca de sus sesiones con Sai Baba,    Jeff dice que ambos lo abrazaron. Nosotros dijimos, hasta ahí llegamos, no nos importa si nunca más vemos a Sai Baba. Él nos dijo que era el día más feliz de su vida.

 

Desde que dejaron a Sai Baba, dice, la familia ha estado tratando de encontrar una base para la fe en sus propios corazones. Él cree que el haber seguido a Sai Baba por veintitrés años lo convirtió en un ser humano más humilde, mas honesto y más noble. Mi esposa lo odia por lo que le hizo a nuestro hijo. Yo me sentí traicionado. Yo creo que es muy despreciable. Pero según miro hacia atrás en mi vida, tengo que decir que honestamente no siento nada de lo que pasó y veo que he crecido pasándolo. Encontrando a Baba y después descartándolo, estoy más feliz ahora que en ningún otro momento de mi vida.

 

Sam dice que la experiencia lo había llevado a ver su vida desde otra perspectiva. Me di cuenta que toda mi vida me la he pasado siguiendo a otro ser humano, tratando de hacer lo que él dice. Libre de la cárcel de la creencia falsa, estoy viviendo de acuerdo a mi mismo.

 

Ya sea él divino, o una demente fuerza demoníaca, como lo describe ahora Glen Meloy, o simplemente el más adepto fakir y embustero de confianza, Sai Baba no ha dicho nada públicamente de las alegaciones en su contra. Cuando la Revista Telegraph se puso en contacto con K. Chakravarthi, secretario del ashram de Puttaparthi, éste dijo: No tenemos tiempo para esos asuntos. Yo no tengo nada que decir y dio por terminada la llamada.

 

El intérprete principal en inglés de Sai Baba, Anil Kumar, fue un poco más abierto.

 

Todos los grandes maestros espirituales –dijo – se enfrentaron con críticas en su vida. Ese tipo de alegaciones  han caído sobre Sai Baba desde su infancia, pero con cada crítica él se vuelve más y más triunfante. Kumar dijo que él consideraba que la controversia era todo parte del plan divino (de Sai Baba). Es un como un sembradío de arroz con cáscaras alrededor del arroz. Eventualmente todas las partes no deseables se irán y dejaran adentro la verdadera sustancia.

 

Jerry Hague, el fideicomisario norteamericano, parece compartir ese punto de vista. Sai Baba, me dijo, Nunca diría nada acerca de esto ¿Por qué hacerlo? Ésa es la manera humana. Esa no es su manera.

 

Usted puede tratar de escribir sobre esto, me avisó, pero no va a poder obtener  ningún sentido intelectual de ello. Nadie puede.

 

Hay personas, dice Jeff Young, que en cuanto les cuento nuestra historia, sueltan a Sai Baba de inmediato. Otros no quieren oírla. Y otros la oyen toda y dicen ¡Bueno, él es Dios! Es una prueba. Yo me reí cuando oí eso por primera vez, porque para mí, pasar la prueba es tener el valor de poder decir esto no es aceptable.

 

Young dice que es curioso, pero cuando le decía a sus amigos y compañeros devotos que iba a dejar a Sai Baba, sentía – “y aún lo siento, que Baba estaba parado detrás de mí, diciendo, Buen muchacho, estás haciendo lo correcto.

 

Algunos nombres han sido cambiados.     Investigación adicional por Chloe Veltman.