Buenos Aires, 28 de octubre de 2001

Sr Michael Goldstein

Organización Sri Sathya Sai Baba,

Chairman

 

De mi mayor consideración,

 

He lamentado mucho que su corta visita haya impedido una distendida entrevista personal, pero sé bien de lo ocupado que estuvo durante su estadía en Buenos Aires. Leonardo Gutter me hizo saber que había sentido deseos de encontrarse conmigo. Se lo agradezco mucho y le aseguro que el deseo fue recíproco: al margen de lo que cada uno de nosotros sienta, crea o entienda respecto de Sri Sathya Sai Baba, quiero decirle que he recibido una buena impresión de usted: otra razón para que, como imaginará, se agolpen en mi mente cada vez más preguntas sobre las serias imputaciones contra SSSB.

 

Ante todo, me gustaría enfatizar un punto que ya conversamos brevemente por teléfono: cuando “Zona de Investigación” decidió poner en el aire el programa dedicado a Sri Sathya Sai Baba éramos concientes de la gravedad de las acusaciones. A tal punto que -antes de difundir las declaraciones de los ex devotos Said Khorramshagol, Sharon Purcell y Conny Larsson- entrevisté telefónicamente a muchos otros devotos que, o bien no se interesaron en participar del programa, o bien no fue posible llevar hasta ellos una cámara.

 

Como recordará, en nuestra breve charla le mencioné que conocía el caso de XXXX (hijo de XXXX, quienes aparecen como Sam y Jeff Young en el artículo publicado en el “Daily Telegraph” de Londres). También, que tuve ocasión de escuchar a gente como Ella Evers (del Centro Sai de Eugene), la psicopedagoga Shirley Pike (ex presidente de la Región Norte Central de la Organización Sai en los Estados Unidos, quien entre otros me habló del caso del hijo de Diana Scott) y Rick Raines (ex presidente de la Región Central Sur de la Organización). Pero me quedó en el tintero comentarle que, además, me había entrevistado con los ex devotos Tal Brooke, el psicólogo Tim Conway, Glen Meloy, Barry Pittard, Dennis Hanisch, Hari Sampath, el canadiense Marc André St. Jean, la profesora sueca Britt Marie Andén (ex presidente nacional y coordinadora de la Organización Sai e impulsora del programa de Educación de Valores Humanos en el Gimle School de Suecia), por solo citarle a los disidentes que seguramente usted conocerá. También realicé varias entrevistas con actuales estudiantes de Escuelas Sai en la India, uno de los cuales (quien me pidió mantener sus datos personales en reserva), inició su propia investigación, confirmando que “muchos de sus compañeros tuvieron sus propias experiencias sexuales con SSSB” similares a las que describían los ex devotos. (Esta constatación, sin embargo, no conmovió su fe ya que pudo racionalizar aquellas experiencias en el contexto de presuntos “trabajos energéticos” que realizaría Baba durante sus entrevistas personales).

 

En suma: he conversado con más de un puñado de personas que, en un momento de sus vidas, se entregaron a Sri Sathya Sai Baba y salieron de la Organización manifestando haber vivido personalmente unos, y escuchado de primera mano otros, experiencias en las que, al menos para ellos, estuvo claro que SSSB no sólo poseía deseos sexuales, sino que trataba de satisfacerlos invocando motivaciones espirituales. Estas experiencias -evaluadas negativamente para quienes las vivieron- acabaron socavando definitivamente su fe, sumiéndolos a la mayoría de ellos en un perceptible sentimiento devastación personal.

 

Coincidirá conmigo -¡así lo espero!- en que estas experiencias, cualesquiera sean sus causas, deberían causar una profunda preocupación humanitaria y no ser desestimadas a priori. Por esta razón -y no por existir una animosidad adversa de nuestra parte- priorizamos abordar ese aspecto de la controversia, aquí el menos conocido, durante la emisión que presentó Azul TV en la Argentina.

 

Si, como me dijo, tuvo ocasión de ver parte del programa, habrá comprobado que en todo momento presentamos la versión de los hechos según el punto de vista de importantes oficiales de la Organización, como Leonardo Gutter o Jorge Hadad, y de fundadores de la Organización Sai en la Argentina, como Mónica Socolowicz y Daniel Coifman.

 

Con esto le quiero decir que -aunque el contexto en que se han presentado las diferentes posiciones sea materia opinable- se ha realizado un esfuerzo por ser equitativos con todas las partes. Y que difícilmente le cabe al programa el cargo de “irresponsabilidad” que le adjudicó en nuestra charla. Por ejemplo, hemos sido muy receptivos cuando Leonardo Gutter, una persona por la que siento gran simpatía, nos ofreció videos de la Organización sobre los que nos aseguró revelarían la realidad de “materializaciones imposibles de realizar por un ilusionista”. Le puedo asegurar que vimos el material con la mejor disposición a ser sorprendidos y... ¡nunca imaginamos que nuestra sorpresa iba a ser encontrar una toma cercana donde SSSB aplasta con sus dedos una esferita de vibuthi justo antes de una supuesta materialización!

 

Tengo, como imaginará, muchas preguntas “duras” para hacerle. Le ruego que entienda que las mías son las dudas legítimas que pudo acumular un periodista que sale de la difícil experiencia de haber sostenido -durante ocho meses- largas entrevistas con ex devotos y otras no tan largas (y a menudo frustrantes, por la renuencia a abordar francamente el tema) con devotos.

 

Por eso confío en que estudiará estas líneas con honestidad intelectual y recibirá con comprensión el cuestionario que le acompaño a continuación, donde me permito plantearle abiertamente algunos de los puntos que, al menos para mí, son los más sensibles de la controversia.

 

Para facilitarle la lectura, marcaré en negrita las preguntas específicas y dejaré en letra normal (blanca) la información complementaria que le ayudará a comprender el contexto y los motivos por los cuales son formuladas.

 

CUESTIONARIO

 

Durante su conferencia usted dijo: “La unicidad en toda la creación, afirmada por los profetas y sabios debe ser expresada en un amor trascendental que abrace a toda la gente, independientemente de su credo, comunidad o lenguaje. Este es el mensaje de Sai Baba para todos ustedes.”

 

1.      Mi primera pregunta, entonces, es: si la amplitud de Bhagavan abarca a creyentes de todos los credos, ¿por qué -como señaló usted mismo a propósito de una pregunta del público- el 11 de setiembre de 2001 los devotos que trabajaban en el WTC y en el Pentágono “llegaron tarde tarde o no se presentaron” a sus respectivos trabajos ese fatídico día? ¿Los practicantes de otras religiones -en definitiva, creyentes “indirectos” del mismo Dios- no merecían ser salvados?

 

2.      En su conferencia, leyó parte de una carta donde el Primer Ministro de la India, Sri Atal Bihari Vajpaye, el ex presidente de los Estados Unidos Al Gore y otras personalidades, defendían a Sri Sathya Sai Baba de las acusaciones de abuso sexual. ¿Por qué la Organización Sai no difunde abiertamente este documento?

 

(Si no lo hacen porque Swami ha pedido “no ser defendido”, me llama la atención que lo haya hecho durante la conferencia para los devotos y simpatizantes y NO para la prensa).

 

Es un dato documentado -e incluso reconocido por devotos actuales (como Graciela Busto, en la primera edición de su libro Sai Baba El Señor (Ed. Errepar, Buenos Aires, 1993, pp. 133, Mónica Socolowicz refiriéndose a su marido Daniel Zalzman e incluso el conocido devoto Ram Das Awle (http://www.saibaba-and-sex-aclearview.com -existe versión en español en http://saibaba-unavisionclara.com)- que Baba frota con aceite materializado diferentes partes del cuerpo, incluyendo los genitales, y realiza otros rituales controvertidos con jóvenes de sexo masculino.

 

3. ¿Usted puso sobreaviso a los devotos que son padres, a fin de darles la opción de que no permitan que sus hijos sean tocados por SSSB en sus zonas íntimas?

 

Varios memorandum cuyas copias obran en mi poder (fechados el 18 de enero de 1981, el 21 de febrero de 1981 y el 25 de marzo de 1981), escritos por el difunto doctor John Hislop (por entonces cabecera del Sathya Sai Baba Council en América), prueban que tanto el doctor Hislop como los otros miembros de la mesa directiva (entre los cuales estaba usted), estaban informados de que un joven menor de edad de California del Norte se había quejado de que había sido abusado sexualmente repetidas veces por SSSB. En la primera carta, Hislop dijo que si se comprobaba que esos testimonios eran ciertos, se vería a Baba como (usando las propias palabras de Hislop) “un hipócrita, un mentiroso y un criminal (carta del 01/18/81). Hasta donde pude saber, la experiencia de aquel joven no fue investigada, como tampoco lo fueron historias similares que circulan desde mediados de los años 70, cuando se publicó el (censurado en la India) libro de Tal Brooke. Entonces usted sabe, estimado Goldstein, que estos conflictivos temas se debatían mucho antes de 1997, cuando Internet contribuyó a que esta clase de relatos proliferaran. Luego llegó el comunicado de la UNESCO (refiriéndose explícitamente al tema cuando explicó por qué el organismo retiró su apoyo a la Conferencia sobre la Educación en el Fortalecimiento de Valores que iba a celebrarse en Puttaparthi del 25 al 29 de septiembre del 2000).

Esta investigación es, en realidad, la que se le pide a la prensa adversa. Pero, ¿qué hay de la que debería realizar -o permitir realizar- la propia Organización Sai?

 

4.      Entonces, ¿por qué no se le abrieron las puertas a la UNESCO para que realizara una investigación independiente y salir de dudas, en vez cerrarlas desacreditando a personas que -mientras fueron devotos- fueron queridos y cercanos de Baba (por sólo citar algunos casos: Brooke, Larsson, Dr. Bathia, Faye y David Bailey)?

 

(Le recuerdo que, en un discurso, Baba dijo: “Esta propaganda surge de la frustración nacida de la envidia... Hagan el bien si pueden, y si no, quédense callados... Si hombres con el corazón envenenado de envidia lanzan desde lejos toda clase de difamaciones, esa conducta sólo puede considerarse demoníaca e indigna de un ser humano.”)

 

5.      ¿Cómo respondió usted al pedido del centro Sai de Oregon (dirigido por Ella Evers, devota por 15 años) de discutir abiertamente el caso de un joven que aseguró haber sido molestado? ¿Es cierto que usted devolvió la carta al remitente (que iba con la firma por 75 devotos) sin siquiera abrir el sobre?

 

6.      ¿Conoció usted personalmente a la madre del niño de 15 años de Southern California, quien -según su madre- fue obligado a hacerle sexo oral a SSSB en septiembre de 1999? ¿Cómo respondió usted a las cartas que ella le envió?

 

7.      Después de viajar para reunirse en un hotel en xxxxx, xxxxx, con el veterano devoto XXXX y su esposa XXXX, uno de cuyos hijos, entonces menor de edad, declaró haber sido abusado sexualmente por Sathya Sai Baba durante más de 3 años en más de 25 entrevistas privadas ¿cómo respondió usted?

 

(Telefónicamente, usted me confió que enseguida viajó a la India para preguntarle personalmente a Swami sobre el caso de XXXX y que Baba negó la acusación ya que él es “la pureza misma (“purity itself”).

 

8.      ¿Por qué no se abordó este explosivo tema en el National Council Meeting realizado en octubre de 2000 y se sugirió, en cambio, transmitir a los devotos que evitaran visitar sitios no oficiales de la Organización Sai en Internet? Usted, considerando su prestigioso científico, ante la existencia concreta de un joven que se declaraban física y psicológicamente afectado, ¿considera pertinente comenzar y concluir una pesquisa dirigiendo sus preguntas al supuesto autor de una conducta pedofila, en vez de realizar un careo con otros posibles damnificados (por ej: estudiantes de la Escuelas Sai)?

 

9.      En suma, ¿qué hizo usted, como líder internacional de la Organización Sai, para investigar las declaraciones de mal comportamiento sexual, especialmente con menores, de Sri Sathya Sai Baba?

 

10.  ¿Cómo garantiza la OSSSB la transparencia financiera de la institución? ¿Tienen los devotos la posibilidad de conocer presupuestos y gastos para saber cómo se asignan los fondos de las donaciones? ¿Los informes financieros -como estila toda institución exenta de impuestos- son de dominio público? Si es así, ¿cómo puede un periodista acceder a ellos?

 

11.  ¿Es cierto que el Convocador Mundial, Indulal Shah, envió un comunicado prohibiendo expresamente dar entrevistas a los medios de comunicación?

 

Este último punto encierra, como habrá notado, una paradoja poco sutil: es claro que -si su respuesta es afirmativa- mis preguntas no serán satisfechas. Pero, como confío en su buena fe y en su inteligencia, espero con mucho interés recibir pronto noticias suyas.

 

Cordialmente,

 

Alejandro Agostinelli

Periodista