Peter Gussev era un joven ruso devoto de Sathya Sai Baba. Era alto y fuerte y era jugador de football. Peter fue una de las primeras personas en enterarse de SSB en Rusia. Creo que esto fue al final de los 80, durante la ‘perestroika’ en Russia. Peter estaba en sus 20s y había logrado hacer una buena cantidad de dinero haciendo negocios. Después se fue de Rusia, compró un apartamento en una nueva manzana en Puttaparthi y se mudó para la India. Que yo sepa, él no trabajó allí, solamente hacía sadhana, o sea, iba a los darshans, meditaba, cantaba bhajans y seguía a Sai Baba en sus viajes a Whitefield, cerca de Bangalore o a Kodaikanal, la residencia de verano de SSB en Tamil Nadu.    

Yo lo vi por primera vez en Prashanti Nilayam en 1995. Su apartamento no estaba completamente habilitado, pero muchos rusos lo visitaban y me imagino que muchos soñaban con vivir junto a Swami en sus propios apartamentos en Puttaparthi. Peter parecía y se comportaba como un sadhaka con experiencia: reflejaba serenidad, una sonrisa desapegada, concentración interna, etcétera. Me dijeron que de vez en cuando practicaba largos periodos de silencio total. Ese fue el año en el que tuve mi primera entrevista con SSB y Peter estaba en nuestro grupo. Alguien me dijo que SSB quería que Peter se regresara a Rusia pero él se negaba a hacerlo. Peter nunca me contó eso.   

La vida de Peter sufrió un cambio muy dramático en 1998. Era el festival de Gurupurnima en el mes de julio. Yo estaba en Prasanthi con mi esposa e hijos. Como yo era uno de los oficiales de la Organización Sai en Rusia, algunas personas vinieron a mí a informarme que algo andaba mal con Peter. Ante todo me dijeron que Peter había sido visto desnudo por las calles de Puttaparthi unos días atrás. Nadie se lo podía explicar ya que, como a mí me consta, Peter había cortado toda clase de contacto con los otros devotos rusos que vivían permanentemente en el ashram. 

Muchos reportaron que Peter había tenido un gran cambio, ya no era tan noble y sereno como antes,  se irritaba fácilmente con las personas y hasta se enfadaba con algunos de ellos. Honestamente hablando, yo no me quise inmiscuir en el caso, no lo conocía bien y él no era miembro de la Organización. Pero sucedió que unos rusos que vivían al lado de él en la misma cuadra de apartamentos me informaron que Peter no había salido en varios días. Me imagino que alguien tenía una llave porque pudimos entrar a su habitación. Él estaba acostado bajo un mosquitero como si estuviese durmiendo. Revisamos los medicamentos que tenía en el cuarto para cerciorarnos que no hubiese tomado somníferos o algo por el estilo. Algunos pensaron que estaba en una meditación muy profunda. Otros tenían sospechas de alguna enfermedad. Como quiera que fuese, Peter no parecía estar consciente y su respiración era muy débil. Como no había señales de que hubiese ingerido alimentos o tomado agua en algún tiempo, decidimos tomar un “rickshaw” y llevarlo al Hospital General de Puttaparthi. La falta de líquido puede ser muy peligrosa en esos climas tan cálidos.

Tuvimos suerte por el hecho de que Raví Shankar Polisetti trabajaba en el hospital entonces. Raví era indio (probablemente de Madrás), había estudiado medicina en Belorusia donde había sido uno de los fundadores del movimiento Sai. Después de terminar sus estudios se había regresado a la India y fue contratado como doctor en el Hospital General. Muchos de nosotros lo conocíamos personalmente. Raví llevó a cabo una serie de análisis, incluyendo una punción espinal para asegurar de que no había ninguna enfermedad.   Toda la noche, devotos rusos se tomaron turnos  para mantener vigilia junto a su cama. Los que llegaron a la mañana siguiente para tomar su turno oyeron el extraño relato de que Peter había vuelto en sí y que estaba muy enojado con Raví y con las otras personas que estaban presentes, les dio de gritos, tomó su ropa y se fue para su departamento. Los que estaban allí contaron que Peter había podido describir algunas de las manipulaciones que habían hecho con su cuerpo, lo que indicaba que su consciente estaba en parte al tanto de lo sucedido.

La situación eventualmente llegó a oídos del líder de la OSS, T. Meyer, quien era el coordinador de la Organización para la Unión Soviética. Estaba preocupado de que la historia llegara a oídos de Swami. También existía el problema que la visa de Peter había caducado y eso podría traer serias consecuencias.  T. Meyer hasta me llevó a mí a la estación local de la policía para pedir ayuda. Sin embargo, unos días después, Peter fue hallado de nuevo en su habitación bajo el mosquitero totalmente inconsciente. Aquí fue cuando T. Mayer me dijo que llevara a Peter al hospital NIMHANS neuro-psiquiátrico de Bangalore.

Tomamos un taxi y nos llevamos a Peter a Bangalore al amanecer. En el hospital accedieron a admitirlo sólo si alguien se quedaba a cuidarlo, por lo que yo me quedé toda esa noche sentado en un banco junto a su cama dándole a los doctores información sobre el caso y atendiéndolo en los procedimientos más simples. Se le hicieron análisis de nuevo incluyendo otra punción espinal.

Después de eso, cerca de la medianoche, le hicieron una tomografía. No se encontró ninguna enfermedad. Después comenzó a recuperar su consciencia poco a poco. Tuvo convulsiones y respiraba profundamente. Cuando me vio, me reconoció de inmediato y comenzó a hablar sobre cuando nos regresaríamos. Por la mañana un psiquiatra tuvo una breve conversación con él y después de eso nos dieron una diagnóstico por escrito diciendo que no se había hallado ningún mal físico o mental. Tomamos un taxi y nos regresamos a Puttaparthi.

Camino a Puttaparthi Peter actuó muy normal, hasta llegó a preguntarme como había sido la reacción de la gente con lo que le había sucedido. Estaba claro que no quería que nadie se metiera en su vida. Yole dije que tendría que irse a vivir al bosque i de lo contrario informarles a todos lo que estaba sucediendo. El se sonrió.

Poco después, a finales de julio, mi familia y yo dejamos Puttaparthi. La situación con Peter era incierta. Algunas personas eran de la opinión de que se debería de llamar a su familia para que viniesen, otras sentían que ya el peligro había pasado y que la crisis había terminado. Una vez en Moscú nos enteramos que el 17 de Agosto de 1998, Peter Gussev  se había suicidado en su apartamento. Alguien nos dijo un tiempo después que lo habían oído como gritaba “Swami, Swami” en su habitación”

Su cuerpo fue cremado a la orilla del rio Chitravati antes de que su primo pudiera llegar de Rusia. En varias ocasiones algunos rusos trataron de preguntarle a SSB acerca del caso de Peter, pero él contestó “¡Hush! ¡Hush! (palabra que indica hacer silencio) o “Yo sé, yo sé”.  Uno puede ver a través de este caso, al igual que otros, cómo no hay indicación por parte de SSB o sus oficiales de preocupación o de cuidado que vaya más allá de asegurarse de que estos eventos se mantengan callados lo más posible. Aparentemente para proteger el nombre de Sathya Sai Baba.

Serguei, Badaev es maestro en una escuela independiente en Moscú

y fue miembro de la Organización Sathya Sai de 1995 a 2001

donde tenía el cargo de Coordinador Nacional de Educación.