Mi posición actual ante SB

y el por qué apoyo las actividades que están

encaminadas  a mostrar su verdadera naturaleza.

Por Jorge Reyesvera

 

Nací y vivo en México. Fui un seguidor muy activo de SB durante aproximadamente 17 años (de 1983 al 2000), durante una buena parte de dicho periodo (entre 1984 y 1996) participé con diferentes posiciones y responsabilidades dentro de la Organización Sai. Es indisputable la abundancia de experiencias maravillosas (desde luego, también hubieron malas) durante esos tiempos, pero también lo es el hecho de que el tren de las mismas no ha cesado y en particular aquellas relacionadas con Dios se han acentuado recientemente. Visité la India varias veces y en diferentes ocasiones tuve la oportunidad de participar en entrevistas con SB. He sido testigo de múltiples fenómenos paranormales (al menos desde mi punto de vista) atribuibles a SB, desde luego he visto salir objetos de la palma de la mano de SB cuando éste la tenía abierta frente a mis ojos. Incluso tengo un anillo que él me regaló. La comunicación que tenía con SB era constante y detallada a través de sueños, coincidencias, señales, etc.  Tengo la certeza de que cuando estaba cerca de él, podía leer mi mente y a su alrededor podía ver un aura que no he visto en ninguna otra persona. Puedo contar buenas historias acerca de él por horas y horas. Aunque la experiencia me lleva a pensar que lo que he experimentado con SB  quizá no sea el común denominador para el seguidor de SB, estoy seguro de que hay personas con historias mucho más extraordinarias. Sin embargo el punto que quiero resaltar es que al menos tengo cierta experiencia en relación a este controversial personaje.

 

Sin la menor duda SB es un personaje extraordinario, casi cualquier persona que ha estado cerca de él por algún tiempo lo puede percibir. Cuando proporciona atención es cautivador, esmerado y atento. Es muy inteligente e intuitivo, es un excelente orador, hechos que combinados con su carisma y sus habilidades paranormales (que, también es cierto, no son percibidas por todos aquellos que llegan a tener contacto cercano con él) han llamado la atención de un grupo considerable de individuos (que, desde luego, comparados con el total de la población del mundo es bastante modesto). Sus propuestas, en la superficie, son muy atractivas para el verdadero buscador, para el que desea experimentar milagros, para el que le gusta el “new age”, etc. Muchos de ellos muerden el anzuelo, después de todo ¿qué hay de malo con cantarle a Dios, hacer servicio (seva) al prójimo y tratar con ahínco de mejorar internamente? Además SB promueve a través de donaciones diversos programas de caridad y apoyo al necesitado que en un país como la India son de gran ayuda. El paquete que se presenta es bastante consistente en la superficie. Imagínense, ¡un mundo de gente haciendo servicio y adorando a Dios, todo ello bajo la supervisión directa de Él mismo en forma humana! Todo ello con una promesa de grandes y maravillosos eventos por ocurrir en un corto tiempo, incluyendo una Era Dorada, la reencarnación de SB, el cumplimiento de las profecías, etc.  ¿No suena maravilloso? Pues lo es tanto que para el seguidor promedio de SB, hechos evidentes como su lujosa forma de vida, el hecho de que muchas de sus predicciones no se cumplen, de que constantemente alardea de sus logros, etc. son considerados como bendiciones incomprensibles con un significado muy profundo.

 

Sin embargo también tengo la certeza de que SB miente constantemente, de que hace trampa en algunas de sus “materializaciones” y que si bien es cierto tiene poderes genuinos, no son tan grandes ni potentes como pretende. Su negativa a abrirse a una investigación objetiva en relación a su pedofilia y su papel tan oscuro en los asesinatos del 93 en sus recintos mancha y degrada cualquier defensa que otra persona quiera hacer de él. En este tema no concibo posiciones a medias. Para aquel cuya vida está llena de SB, el darse cuenta de esto al menos en una pequeña medida, puede ser un gran reto. Lo sé por experiencia propia, pero al menos me debo el seguir lo que creo que es mejor. Es un hecho de que como humanos estamos llenos de fallas  y las oportunidades de mejorar son amplias pero una vez que se está seguro de la ignorancia, la incapacidad, la moral doble, de la existencia de motivos ocultos de SB, etc.,  no podemos darnos el lujo de elegir algo que es tan cuestionable como ejemplo a seguir.

 

Han habido muchos intentos de clasificar a Dios o decir que es de una u otra forma, pero el hecho es que hoy en día no existe una convención al respecto. El decir que SB es Dios porque posee cierta o ciertas facultades no es sino una muestra de ignorancia.  Desde luego existe una tradición muy antigua que considera que los principales exponentes de una religión frecuentemente ejercen poderes milagrosos, sin embargo muchas de esas historias son difíciles de comprobar y dejan amplio campo para los escépticos. Aun el mismo concepto de Dios es tema de innumerables tratados y al final su subjetividad prevalece. Aquellos que se enfrascan en discusiones sobre esto tarde o temprano se dan cuenta de lo fútil de tal ejercicio. Durante mis días de seguidor de SB apoyé su causa y en lo posible traté de difundir sus palabras. Estoy familiarizado con todo el tipo de explicaciones que se dan en el ámbito de los que se consideran devotos de SB (otro término muy elusivo) acerca de sus actividades y de sus palabras. De hecho no tengo ninguna duda de que nadie, sólo yo mismo, hubiera sido capaz de convencerme de que SB no es lo que pretende.

 

Me parece que la función más importante de difundir no sólo lo “bueno” acerca de SB es el de proveer elementos a aquellas personas que son receptivas para que tomen sus propias conclusiones. Mi recomendación al respecto es poner toda nuestra fe en Dios y no en SB. Para aquel que tiene abierto un canal de información con SB le recomiendo que considere que SB generalmente se va a tratar de defender y contestar a su conveniencia. Me parece que más vale una verdad difícil de aceptar que un atractivo pero inalcanzable espejismo. 

 

Sería un error el no reconocer las múltiples cosas buenas que me dejaron mis “días Sai”, con seguridad una de ellas es lo que con esta carta hago, el expresarme con la seguridad de que no poseo la más alta Verdad pero al menos puedo compartir lo que considero verdadero. Desde luego estoy abierto a considerar que puedo estar equivocado (lo estuve cuando seguí a SB), que todo esto no es sino un juego con un propósito elevado. Sin embargo conforme me informo y veo las cosas fríamente esa posibilidad se vuelve cada vez más ficticia.  No me parece que el cerrar los ojos y taparnos los oídos a cosas que pueden tener un impacto en nuestras vidas sea la mejor opción. Es cierto, debemos protegernos y para ello contamos con lo más valioso que tenemos que es nuestro verdadero ser. 

 

Algunos consideran que este tipo de difusión es inadecuada y reaccionan de muchas maneras. Todos los esfuerzos que gente bien intencionada hace para defender o excusar a SB pensando que es Dios son loables pero al mismo tiempo muestran confusión pues si en realidad SB fuera Dios entonces ni él ni las cosas que protege necesitarían ser defendidos. No es una cuestión de linchar o causar daño, sino de mostrar la verdad y validar hechos. Un tema para analizar queda abierto: el por qué de la actitud de algunos defensores que típicamente son agresivos y muestran un vasto rango de respuestas y actitudes negativas.

 

Este universo es maravilloso, su multiplicidad de elementos es tal que bajo diferentes contextos nuevos mundos se vuelven “malos” o “buenos”, “blancos” o “negros”. Nosotros, creo yo, estamos destinados a seguir nuestra voz interna o ser esclavos de algún elemento o interés externo. Siempre he confiado en Dios y eso no ha cambiado. Considero que SB, al igual que las guerras o catástrofes, cae dentro del plan divino (cosa que por cierto considero inútil discutir), pero eso no es suficiente razón para soportarlo o considerarlo como algo positivo.

 

En la Organización Sai conocí a gente maravillosa, muchos de ellos son buenos amigos míos, quizá su fe en SB los vuelva en contra mía, quizá no. Pero no importa pues seguimos manteniendo en común la veracidad de nuestras intenciones y nuestra búsqueda. Oro sinceramente para que su honestidad en la búsqueda espiritual los lleve últimamente a la verdad. Yo no estoy en contra de SB, sino de sus acciones equivocadas y el potencial daño que puede causar a tanta gente que deposita su confianza en él. Si es un criminal debe ser juzgado y si es un charlatán entonces debe ser presentado como tal de modo que aquellos que se acerquen a él tengan una perspectiva que les ayude a tomar mejores decisiones.

 

Contrario a lo que SB enfatiza en su último discurso, creo que, teniendo la firme convicción de seguir lo que uno considera mejor, no es equivocado el difundir hechos que eventualmente pueden ayudar a la gente. ¿De qué tiene miedo? ¿Por qué insiste tanto en su supuesta fama y buen nombre? ¿Por qué condena a sus críticos? ¿Qué necesidad hay de amenazar con castigo a supuestos pecados? Su “ejemplo” no es precisamente uno muy inspirador. Si realmente es lo que pretende entonces ¿por qué no nos muestra de manera indisputable que está en lo correcto y que es inocente? La respuesta se hace cada vez más obvia, considerando la ansiedad que SB constantemente hace evidente al ojo crítico: Es simplemente porque no puede.

 

A través de esta carta expreso mi apoyo a aquellos que de manera objetiva y basados en hechos ayuden a mostrar la verdadera naturaleza de SB.