LA MUERTE DE UN DEVOTO EN PUTTAPARTHI
por José Santiago

La muerte del señor Marcos Santamaría en Puttaparthi, hace casi dos años, fue algo que pudo haberse evitado si tanto el Pequeño Hospital del Ashram, como el Hospital de Superespecialidades estuviesen mejor equipados. Y sobre todo, si Sathya Sai Baba no le hubiese dado un irresponsable consejo. He aquí cómo ocurrieron los hechos:

Marcos Santamaría vivía en Venezuela. Había sido presidente de la Organización SSB en Venezuela y en aquel momento desempeñaba un alto cargo de dicha organización a nivel de Latinoamérica. Recientemente se había mudado a la ciudad de Miami, debido a la turbulenta situación política  y económica del país.

Marcos estaba casado y tenía un hijo y una hija, cuando en una entrevista SB le preguntó si quería tener otro hijo. Él contestó que no, pero su esposa, María Elena, le dijo que sí y SB llamó a Marcos "perezoso". SB añadió que había un espíritu muy especial esperando reencarnar en una familia espiritual. María Elena quedó en estado y dio a luz a su tercer hijo en el año 93, lo llamaron Marcos Sai.

A Marcos lo llamaban "el consentido de Baba", debido a la gran cantidad de entrevistas que había tenido y además porque SB le había obsequiado varias joyas, un anillo, etcétera. Últimamente ni necesitaba hacer filas en el ashram, porque había llegado al estatus de VIP. Así pues, a sus 32 años había realizado una "meteórica" carrera en la organización.

No obstante, su futuro aguardaba un trágico destino. Sufría desde su niñez de hepatitis C. Ya había tenido una operación y debía someterse a chequeos. Hacía ya un tiempo que SB le había aconsejado que dejase de tomar medicamentos y  hacerse chequeos, a pesar de que Marcos tenía bien controlado su problema. Sai Baba le dijo: "Yo te cuidaré". Marcos sin cuestionarlo, le hizo caso. No tardó en deteriorarse su salud y su aspecto físico. Su rostro denotaba que se acercaba un trágico fin.

Durante su último viaje al ashram, estando sentado en la 'baranda' (terminología que se usa entre los seguidores para una terraza que es un lugar privilegiado para los VIP y que ha sido tomado de su nombre en inglés 'veranda' o 'verandah'), SB le dijo a Marcos."En unos días estarás conmigo". Tengo entendido que Marcos le dijo a un dirigente argentino muy amigo de él, de apellido Rivas, que se iba a morir. A partir de ese momento ya no llamó más a su esposa.

El 22 de Noviembre del 2000, un día antes del cumpleaños de Sai Baba, Marcos presentaba derrames de varices en el cuello, por lo que era urgente buscar ayuda médica. No pudo dirigirse directamente al Hospital de Superespecialidades de Puttaparthi, porque debido a la burocracia que existe allí, se requiere ir primero al Hospital del ashram (conocido como el Pequeño Hospital). Allí le informaron que no poseían un endoscopio y que en el Hospital de Superespecialidades de Puttaparthi tampoco contaban con ese equipo. Le dijeron que debía trasladarse a un hospital de Bangalore, ciudad que queda a tres horas de Puttaparthi. Se enteró también que ¡ninguno de los hospitales poseía ambulancias! Por lo que su compatriota, Argenis Orozco, quien para ese entonces era Coordinador Nacional de Servicio, consiguió un taxi y lo acompañó en el trayecto. Lo único que le  suministraron en el Hospital fue un suero. Rumbo a Bangalore, el señor Santamaría se encontraba tranquilo, pensando que todo saldría bien. Sin embargo, llegó al hospital de Bangalore en estado de coma, con su hígado desecho. Lamentablemente falleció al día siguiente, sin haber recuperado su conciencia. Su esposa, Maria Elena, llegó a Bangalore procedente de Miami, con sus dos hijos mayores, un varón de 15 años y una joven de 18. Los familiares y compañeros lo incineraron en una emotiva ceremonia védica. Entre los asistentes se encontraba Michael Goldstein.

 

Al día siguiente, SB le dio entrevista a toda la familia y le 'materializó' un anillo al hijo mayor de Marcos que se llama Estéfano diciéndoles que él cuidaría de todos y que ahora Estéfano pasaba a ser el hombre de la familia.

 No tardaron en circular comentarios de que el señor Santamaría había sido afortunado en morir en la India, que se había liberado, etcétera. Yo llegué a la India en ese mismo año a principios del mes de diciembre, cuando todavía era devoto, y aún se escuchaban ese tipo de comentarios. Sin embargo, una devota me comentó: "¡Que contradicción! El consentido de Baba y se muere así". La señora aceptó esto y siguió con su devoción, sin darle mayor relevancia.

 Algo que se hace notar es la gran irresponsabilidad de que en estos hospitales no cuenten con el equipo necesario para emergencias de esta índole ni con ambulancias. A Puttaparthi llegan miles de personas de todas partes del mundo y muchas de ellas de avanzada edad y a veces en un estado delicado de salud. Ya que está claro que SB no es un omnipotente, como lo ha dicho, ni  puede garantizar el bienestar de sus devotos, como también lo ha dicho, debería equiparse mejor a este Hospital de Superespecialidades de Puttaparthi, que se ufana de hacer operaciones de corazón abierto, transplantes, etcétera, para que realmente pueda atender cualquier tipo de emergencias. Es recomendable que esas personas que planeen viajar a Puttaparthi y tengan un estado de salud algo delicado, tomen las precauciones necesarias, porque sus vidas definitivamente corren peligro.

Jose Santiago desde Venezuela