EL CASO DE LA RESURRECCIÓN DEL SR. RHADAKRISHNA
Traducido de originales en inglés http://www.myfreeoffice.com/saibabaexposed/index.html
Relato del escritor Kanu en su libro Sai Baba, Dios
Encarnado, p. 55.
El Sr. Radhakrishna llevaba tres días de
muerto. Para el tercer día su cuerpo estaba frío, rígido y oscuro y ya se
comenzaba a descomponer. Se sentían el llanto y los sollozos en la casa. Esa
tarde, alrededor de las dos y treinta, Sai Baba entró solo en la habitación y
cerró la puerta. Después de unos minutos, abrió la puerta e invitó a los
presentes a que regresaran a la habitación. Al entrar vieron al Sr.
Radhakrishna sentado en la cama, con un buen semblante y sonriente. Baba le
dijo a la esposa: "Ya te he devuelto a tu esposo. Ahora dale algo caliente
de tomar."
Relato del escritor Howard Murphet -
"Sai Baba, El Hombre Milagroso" - páginas
132 a la 134
... Una tarde Radhakrishna entró en coma y su
respiración era como la de un hombre moribundo. Su esposa, alarmada, corrió a
ver Swami. Éste llegó al cuarto, miró al paciente y le dijo: "No te
preocupes. Todo va a estar bien", y se fue. Al día siguiente, el paciente
estaba aún inconsciente. El Sr. K. S. Hermchand, su yerno, trajo a un enfermero
del distrito, quien, después de examinarlo y de no haber podido encontrarle el
pulso, dio su opinión de que el Sr. Radhakrishna estaba a punto de morir y ya no había forma de que se salvara.
Cerca de una hora después, el paciente se puso
muy frío. Tres ansiosos familiares oyeron lo que determinaron como el estertor
de muerte en su garganta y lo vieron ponerse azul y rígido. Vijaya y su mamá se
fueron a buscar a Baba, quien estaba en ese momento en su comedor en la planta
alta.. Cuando le dijeron que Radhakrishna parecía estar muerto, se rió y se
retiró a su recamara. Vijaya y su madre regresaron a la habitación del
"difunto" y esperaron. Al rato Swami llegó y miró el cuerpo, pero se
retiró de nuevo sin decir ni hacer nada. Esa era la tarde del segundo día desde
que el Sr. Radhakrishna había quedado inconsciente. Pasó la noche y los tres
familiares se quedaron despiertos observando ansiosamente si había alguna señal
de vida. No hubo señales. Pero aún así,
tenían la fe de que Baba de una forma u otra, a su manera, salvaría a
Radhakrishna ¿No había dicho él que todo estaba bien?
La mañana del tercer día, el cuerpo semejaba
más aún a un cadáver, la piel oscura, frío muy rígido y comenzando a despedir
un olor. Otras personas que vinieron a visitar y a expresar sus condolencias a
la Sra. de Radhakrishna le dijeron que ella ya debería sacar el cuerpo del
ashram. Pero ella respondió que "No, hasta que Swami diera la orden".
Algunos fueron con Baba y se lo sugirieron, ya que el hombre estaba muerto y el
cuerpo estaba comenzando a oler debido a la descomposición, expresando que el
cuerpo debería ser regresado a Kuppam, o cremado en Puttaparthi. Swami
simplemente replicó: "Ya veremos".
Cuando la Sra. Radhakrishna subió de nuevo a
contarle lo que las personas le estaban diciendo y preguntarle qué era lo que
debería hacer, él le respondió: "No les hagas caso y no temas; yo estoy
aquí.” Entonces le dijo que bajaría pronto a ver a su esposo.
Ella regresó de nuevo a la planta baja y
continuó esperando con su hija y su yerno junto al cuerpo. Los minutos corrían
lentamente, pasó una hora y Swami no llegaba. Entonces, cuando ya estaban al
borde de la desesperación, se abrió la puerta y apareció Baba en su túnica
roja, copioso cabello y deslumbrante sonrisa. Eran como las dos y treinta de la
tarde del tercer día. La Sra. de Radhakrishna corrió a Baba y se soltó en
lágrimas. Vijaya comenzó a llorar. Eran como Martha y María, las hermanas de
Lázaro, llorando ante su Señor que creían había llegado demasiado tarde.
Suavemente Baba les pidió a las dos mujeres
que lloraban inconsolablemente y al acongojado Sr. Hemchand que saliesen de la
habitación. Al ellos salir, cerró la puerta. Ellos no saben, ni hay nadie que
sepa lo que pasó en esa habitación donde solamente estaban Swami y el
"difunto".
Después de unos minutos Swami abrió la puerta
y llamó a los que estaban en espera. En la cama estaba sentado Radhakrishna
mirándolos y sonriéndose.
Asombrosamente toda la rigidez de la muerte había desaparecido y él
estaba volviendo a su color natural. Baba, pasando su mano por la cabeza del
paciente le dijo: "Háblales, ellos están preocupados."
"¿Por qué se preocupan?", preguntó
Radhakrishna confundido. "Yo estoy bien. Ustedes están aquí".
Swami se volvió a la esposa: "Te he
devuelto a tu esposo. Ahora dale tú algo caliente de tomar."
Cuando ella lo trajo, el propio Swami se lo fue
dando lentamente a Radhakrishna con una cuchara.
Al siguiente día, el paciente estaba lo
suficiente fuerte para ir caminado a la sesión de bhajans (cantos
devocionales.) Al tercer día, le
escribió una carta de siete páginas a una de sus hijas que estaba en Italia. La
familia se quedó unos días más en Prasanthi Nilayam, y después, con el permiso
de Baba, se regresaron a su hogar en Kuppam. Las úlceras gástricas y las
complicaciones habían desaparecido para siempre...
...Cuando el Sr. Kasturi estaba escribiendo
algo sobre el incidente de la resurrección de la muerte de Radhakrishna hace
unos años, Baba le dijo que escribiera la palabra 'muerte' entre comillas. Por
lo que quizás podríamos decir aquí que el Sr. Radhakrishna estuvo muy cerca de
la muerte, más que a la mitad de la distancia de la puerta de la muerte cuando
Baba lo volvió a llamar a la vida.
Endorso del Dr. V. P. Gokak en su libro "Sri Sathya
Sai Baba, El Hombre y el Avatar", p. 303
Entre los innumerables milagros que han
emanado de Bhagavan durante todos estos años, el siguiente amerita ser
asentado:
A finales del año de 1953, Bhagavan le
devolvió la vida a V. Radhakrishna, un conocido ciudadano de Kuppam, cuyo
cuerpo había comenzado el proceso de descomposición.
El testimonio de la Sra. de Radhakrishna, reportado por
el Dr. Haraldsson en su libro "Los Milagros son mi Tarjeta de
Presentación", páginas 248 y 249
Durante una estancia en Puttaparthi a
principios de los años cincuenta, el Sr. Radhakrishna se puso muy enfermo con
problemas gástricos, hasta el punto de no poder pasar su orina, además de
algunas otras complicaciones. Al día siguiente estaba semiconsciente y su
situación era muy crítica. La siguiente mañana, a eso de las once, perdió la
conciencia completamente. Según la Sra. de Radhakrishna, ya no se podían
detectar señales de vida, incluyendo pulso o respiración y los miembros de la
familia que estaban presentes (ella y el Sr. Hemchand) firmemente creían que
había expirado.
Para la mañana siguiente, el cuerpo se había
enfriado y no se habían observado señales de vida por más de veinte horas, pero
Baba les había dicho que no se preocuparan, que nada había sucedido. Cuando al
fin él bajó de sus habitaciones, les pidió a todos que salieran del cuarto
donde yacía el Sr. Radhakrishna; entonces cerró la puerta y estuvo solo con él
por uno o dos minutos. Cuando él abrió la puerta de nuevo, el grupo que estaba
parado afuera vio al Sr. Radhakrishna sentado en la cama. "La gente estaba
tan asombrada que todos cayeron a sus pies". Esa es la forma oriental en
la que la Sra. de Radhakrishna terminó su declaración. El Sr. Radhakrishna se
recuperó en esta ocasión, pero murió unos años después, aparentemente del mismo
padecimiento.
Acontecimientos asentados en el Diario de Vijaya de
Hemchand (hija del Sr. Radhakrishna)
Citado en el libro de Haraldsson, páginas 249 a la 250.
A lo largo de la noche anterior, ya todos habíamos perdido
las esperanzas en cuanto a nuestro padre. Fue una noche horrible y
espeluznante, como la disolución cósmica (muerte). Nuestro padre estaba
pronunciando los nombres de personas muertas y decía que él se iba a reunir con
ellos. Ni su hablar era coherente ni estaba consciente. Ya había (por un
tiempo) dejado de ingerir alimentos. Todos comenzamos a sollozar. En medio de
esta agonía y aún frente a esta amenaza contra su vida, nos refugiamos en el
Señor Sai. Mantuvimos la imagen de sus pies fija en nuestras mentes. Desde el
momento que vimos su encantadora y bella cara olvidamos nuestro sufrimiento y
nos encontramos envueltos en dicha.
El bajó y cerró las puertas del cuarto. Estuvo
adentro diez minutos. Yo no podía controlar mi pena. Me preocupaba lo que otros
pudieran pensar. Todos en el santo lugar (Prasanthi Nilayam) estaban parados
sin moverse y ansiosamente esperaban el resultado. Después de diez minutos, él
abrió la puerta...salió frotándose las manos y le dijo a mi madre: "Le he
dado vida a tu esposo. Se la he dado. La dificultad ya pasó, no hay más
miedo." Mientras decía esto, tocábamos sus pies y los bañábamos con
nuestras lágrimas. "Ay de mi madre inocente, está atemorizada".
Diciendo eso, él nos miró a la cara y nos dijo: "Ninguna de ustedes tenía
la fe de que él iba a sobrevivir, ¿no es así? Vayan y vean".
Nuestro padre, que había estado acostado
inconsciente por tres días sin habla ni vista, nos miró y sonrió.
El diario de la Sra. de Hemchand, escrito
contemporáneamente con los eventos, aclara cómo interpretar los comentarios de
los devotos que decían que Radhakrishna estaba muerto, incluyendo su propia observación
que su padre "había estado inconsciente por tres días sin habla ni
vista", a pesar de que acabada de comentar que "estaba pronunciando
los nombres de personas muertas y decía que él se iba a reunir con ellos".
El diario de la Sra. de Hemchand especialmente
aclara como interpretar la declaración de Kanu de que el Sr. Radhakrishna hacía
tres días que estaba muerto. Nadie en sus cinco sentidos puede afirmar que el
Sr. Radhakrishna estaba muerto en el sentido médico durante la noche anterior a
que Sai Baba supuestamente lo resucitara, ya que estaba pronunciando los
nombres de personas muertas y diciendo que él se iba a reunir con ellos. Éste
no es el comportamiento común de un cuerpo frío, azul y comenzándose a
descomponer. Si la familia de Radhakrishna verdaderamente pensaba que él había
muerto antes de esa noche, ¿no consistiría el milagro en el hecho de que el
cadáver estuvo hablando durante la noche?
Y si esto no es suficiente indicación de las descuidadas medidas de las
descripciones de los devotos de Sai Baba referente a los milagrosos eventos
asociados con el gurú, consideren entonces la descripción de la resurrección de
Radhakrishna por Hislop según se la relató el Rajá de Venkatigiri comparado con
el reporte de Haraldsson del relato de la misma persona, el Rajá de Venkatigiri:
Recuento de Hislop en su libro "Mi Baba y Yo",
p. 31.
...los poderes de resurrección de Baba son
conocidos por otros devotos. El Raja de Ventagiri (así dice el texto) me contó
cómo hace unos veinte años él fue testigo de la resurrección de Baba de un
hombre que llevaba unos seis días de muerto en el cual la descomposición ya
había tomado su paso normal. Acerca de estos misterios, uno no puede hacer
comentarios, están totalmente fuera de la acostumbrada experiencia humana.
El relato del Rajá de Venkatigiri reportado en
el libro de Haraldsson, p. 249
El actual Rajá de Venkatigit se encontraba en
Puttaparthi en ese tiempo. Cuando se le preguntó acerca del incidente, dijo que
lo recordaba muy bien. Él estaba con el swami cuando la pariente del Sr.
Radhakrishna fue a decirle a Baba que el señor se estaba muriendo. Cerca de una
hora después, el Sr. Radhakrishna supuestamente murió, el swami al fin bajó de
su habitación y les dijo: "No teman, nada ha sucedido." Ellos esperaron
afuera de la habitación, mientras el swami entró. Cuando él abrió la puerta y
los llamó, ellos vieron que el Sr. Radhakrishna estaba vivo y hablando
lentamente. El Rajá no vio al Sr. Radhakrishna mientras estuvo supuestamente
muerto.
Dado el hecho de que:
1.
Ningún doctor declaró a Radhakrishna
clínicamente muerto en ningún momento mientras sucedieron todos estos eventos.
2.
El paciente estuvo murmurando
semi-coherentemente en el transcurso de la noche anterior a su supuesta
resurrección.
3.
Hasta Murphet retira la alegación de que
estaba muerto en el sentido médico de la palabra antes de la visita de Baba.
La inescapable conclusión es que el Sr.
Radhakrishna no estaba muerto en el sentido médico, antes de la visita de Sai
Baba.
Lo que se requiere, claramente, para
establecer una alegación de resurrección de la muerte es un caso en el que por
lo menos se alegue que un doctor haya encontrado que el paciente estaba muerto.
Entonces, estos relatos del caso de Radhakrishna son de un interés especial
como prueba de los bajos niveles de exactitud, consistencia y credibilidad de
los reportes de milagros por los devotos. El estuvo muerto tres días, una hora,
seis días y ni estuvo muerto. Uno, como es natural, espera un mejor nivel de
exactitud en el reporte si una alegación es para ser seriamente tomada en
cuenta por la comunidad científica; y si esto es lo máximo que uno puede
esperar de reportes orales y de memoria, uno espera que por lo menos haya un
nivel más alto de interés en detallar lo que sucedió por parte de devotos que
lo ponen por escrito para el consumo público.
EL CASO DE LA RESURRECCIÓN DE WALTER COWAN
Traducido de originales en inglés
http://www.myfreeoffice.com/saibabaexposed/index.html
El reporte de Kanu en su libro Sai Baba, Dios Encarnado, p.
56
Walter Cowan, un norteamericano, fue declarado
muerto por dos doctores separada e independientemente: primero, el doctor
europeo en el hotel de Madras donde falleció el Sr. Cowan; el segundo un doctor
indio en el hospital a donde el cadáver fue llevado. Los enfermeros prepararon
el cuerpo de la forma acostumbrada. La Sra. Cowan y su amiga corrieron a ver a
Sai Baba y se lo encontraron sentado en su silla. Antes de que le pudieran dar
la noticia, él les dijo: "Walter vive. Regresen al hospital. Yo iré a las
diez." Él fue a la hora señalada y devolvió a Walter Cowan a la vida.
El reporte de Hislop en su libro "Mi Baba y
Yo", páginas 29 a la 30
Temprano en la mañana del 25 de diciembre, se
corrió rápidamente el rumor de que un norteamericano de avanzada edad había
fallecido de un ataque al corazón. Mi esposa, Victoria, y yo, enseguida
pensamos en Walter. Fuimos al hotel y encontramos a Elsie allí. Walter había
caído al suelo en las primeras horas de la mañana. Elsie había llamado a la
Sra. Ratanlal, cuyo cuarto estaba a unas puertas del corredor. Las dos mujeres
se las arreglaron para subir a Walter a la cama y él falleció en brazos de
Elsie. Unos minutos después, llamaron a una ambulancia, el cuerpo fue llevado
al hospital, declarado muerto al llegar, colocado en un cuarto de almacenar
vacío y cubierto con una sábana para esperar que aclareciera el día y se
pudieran tomar decisiones para los funerales.
Elsie y la Sra. Ratanlal ya habían estado a
ver a Baba cuando nosotros llegamos. Él les había dicho que visitaría el
hospital a las diez. Las dos señoras estaban listas y esperando a Baba a la
hora señalada. Ellas fueron al hospital, pero Baba había llegado más temprano y
ya se había ido. Para la alegría de las señoras, pero también para su asombro,
encontraron a Walter con vida y siendo atendido. Nadie vio a Baba con Walter,
ni tampoco Baba ha escogido decir cómo ni por qué fue resucitado Walter, pero
al regresar con la familia del devoto que eran sus anfitriones, Baba dijo que
él le había devuelto la vida a Walter.
Endorso del Dr. Samuel H. Sandweiss en su libro "Sai Baba y el
Psiquiatra" p. 103 y 104
Los relatos documentados de los poderes de Sai
Baba deben contarse por miles. Muchos han sido reunidos en el emocionante e informativo
libro de Howard Murphet "Sai Baba, el hombre milagroso". La siguiente
es una de las historias más dramáticas que he oído y que relato aquí por su
singularidad y su relación con lo que me sucedió después. Se refiere a la
resurrección, según se informa, de Walter Cowan, supuestamente devuelto a la
vida el día de Navidad de 1971. El doctor John Hislop, ex profesor y ejecutivo
empresarial, ahora retirado y residente en México, fue testigo de este drama
extraordinario. He aquí un resumen de su relato:
La mañana de
Navidad, temprano, se esparció la noticia entre los devotos reunidos en torno a
Baba de que un norteamericano, de edad avanzada había sufrido un ataque
cardíaco fatal. Al oír el rumor, mi esposa y yo fuimos de inmediato al hotel en
que se alojaban los Cowan, donde Elsie nos confirmó que su esposo, Walter,
había fallecido. Ella oró a Sai Baba pidiendo ayuda, y con gran dominio de sí
misma, recordando la mortalidad humana, terminó su plegaria con estas palabras:
"Que se haga la voluntad de Dios".
El cuerpo de Walter
fue llevado al hospital en una ambulancia. Ese día más tarde, cuando Elsie y su
amiga, la Sra. Ratan Lal, fueron al hospital, se enteraron de que Sai Baba ya
había estado ahí. Atónitas, hallaron vivo a Walter.
Dándose cuenta de la
necesidad de probar con documentos la muerte de Walter por medio de informes
médicos y declaraciones de testigos, el doctor Hislop investigó el asunto por
completo. "A petición mía, el juez Damadar Rao, de Madrás, entrevistó al
médico que había reconocido el cuerpo de Walter cuando lo llevaron al hospital.
La declaración del doctor fue que, indudablemente, Walter estaba muerto cuando
él lo examinó, poco después que la ambulancia llegara al hospital. No había
signo alguno de vida en él.
"Declaró muerto
a Walter, luego ocluyó sus oídos y nariz con algodón. El cuerpo fue cubierto
con una sábana y conducido a un cuarto vacío. Enseguida, el médico salió del
hospital y no pudo ver a Baba cuando estuvo ahí. Al regresar, después de que
Sai Baba se había ido, el doctor encontró vivo a Walter. No logró explicar
esto.
"Posteriormente,
el mismo día, Sai Baba informó a sus devotos que en verdad había devuelto la
vida a Walter. Sin embargo, no reveló las razones que lo impulsaran a hacerlo,
esto continúa siendo un misterio que todavía no ha querido explicar."
Este caso es una de
las anécdotas más citadas que se ofrecen como prueba de los poderes de Sai Baba
y su voluntad de hacer el bien con ellos. Por ejemplo, John Hislop, cuyo relato
acabamos de citar, es el proponente líder de Sai Baba en América del Norte. Yo
oí al Dr. Hislop dar esta historia en una reunión de seguidores de Sai Baba
en1988 en Vancouver. B. Premanand ha hecho una detallada investigación de este
caso y en los cinco documentos que siguen verán exertos de su investigación.
Erlendur Haraldsson, autor del libro en inglés "Miracles Are My Visiting
Cards", páginas 244 a la 248, también reporta declaraciones de los
doctores de Cowan que contradicen las memorias de Hislop y de Elsie Cowan.
Comentarios de B. Premanand Sobre la Calidad del
Reportaje de Hislop.
En la historia de la
muerte y resurrección de Walter Cowan publicada en 1973 con Hislop como autor,
se alega que Cowan murió en el Hotel Connemara. No se menciona que el doctor de planta del Hotel Connemara, el Dr.
O.G.C. Vaz haya visto a Cowan. Ni al Superintendente del Asilo de Ancianos Lady
Willingdon, R. B. Krishna ni al cardiólogo del Sr. Cowan, el Dr. R. S.
Rajagopalan. El nombre del Dr. Rajagopalan no aparece en ninguno de los
artículos. Tampoco se menciona el nombre del hospital donde el Sr. Cowan fue
admitido o el del doctor o doctores que lo trataron...
B. Premanand, Indian Skeptic 1989 No.
13, pg 26
Carta del Dr. Vaz (médico que atendió a Cowan) a B.
Premanand
Chevalier Dr. O.G.C.
Vaz., M.B.B.S.,D.G.O. Madras
Sr. B. Premanand:
Esto es en
contestación a su carta con fecha 8.7.'88
El Sr. Walter R.
Cowan estaba bajo mi tratamiento para su enfermedad, a la que usted se refiere,
desde el 25 de diciembre de 1971. Se me llamó para que lo atendiera en las
primeras horas de la mañana en el Hotel Connemara. Él se quejaba de dificultad
para respirar y de dolor en el pecho. Estaba en cama, perfectamente consciente.
En ninguna etapa lo declaré muerto, ni entonces, ni después. Le aconsejé que
ingresara al Lady Wellington Nursing Home para observación, investigación y
tratamiento y de acuerdo con esto fue admitido. Con la medicina administrada
mostró una rápida mejoría. Esa mañana, la Sra. Cowan me solicitó si habría alguna
objeción en que lo visitara Sai Baba, su gurú espiritual para rezar por él en
la habitación, por lo que le indiqué que sería bienvenido y yo estuve allí
mientras Sai Baba hacía sus oraciones.
El Sr. Cowan estaba consciente y así permaneció durante toda la visita.
Estoy muy
sorprendido por la historia que ha circulado acerca de que él estaba muerto en
el hotel y que su cadáver fue llevado para ser admitido en el Lady Willingdon
Nursing Home y que allí había sido admitido. Ningún hospital, ni asilo, admitiría
en ningún momento a una persona después de muerta y su cadáver no sería
aceptado en el pabellón. Por lo que la pregunta sobre si yo había informado a
la Embajada de Estados Unidos o las autoridades del Departamento de Salud nunca
fueron hechas. De hecho, yo recibí muchas preguntas acerca de él de personas
que vinieron a entrevistarme personalmente sobre el caso y que grabaron la
entrevista. Enfáticamente se les fue dada la información correcta de que el Sr.
Cowan nunca estuvo muerto en ningún momento y tuvo una recuperación normal
aquí.
Sinceramente,
(firma) Dr. Vaz
Indian Skeptic No. 13 (1989), pp.26-35
(Esta carta y las
tres que siguen están reproducidas en facsímil en el "Indian
Skeptic".)
Carta de Harish Khanna. Gerente General del Connemara Hotel
en Madras a B. Premanand, 17-8-88:
Connemara
Hotel
Madras,
India
Regd. Ack. Due
Sr. B. Premanand
Gracias por su carta
con fecha 22 de Julio de 1988 y por favor acepte mis disculpas por no haberle
contestado antes ya que estuve indispuesto y luego salí fuera por motivos de
trabajo por unos diez días.
Usted probablemente
estará enterado de que el Connemara Hotel está ahora bajo el control del Taj
Group desde el primero de abril de 1984 y yo estoy como Gerente General desde
Junio 1984. Es por esto que no tengo ninguna pista referente a sus cartas con
fecha 13 de diciembre de 1979, 21 de
enero y 13 de febrero de 1980.
Yo traté de
encontrar datos mediante archivos viejos y del Dr. O.G.C. Vaz, quien me informó
exactamente lo mismo que él había escrito en su carta a usted con fecha 12 de
julio de 1988. Yo personalmente no puedo decir nada respecto a este asunto,
sólo que cómo puede ser posible remover un cadáver de un hotel y que un
hospital de tanta categoría admita a un hombre muerto, cosa que ningún hospital
haría.
Le envío esta carta,
como usted desea, por correo certificado con recibo de entrega. No había
necesidad de que me enviara un giro postal para cubrir el modo y tipo de
comunicación que solicitó, por lo tanto le devuelvo su Giro Postal con esta
carta.
Con mis mejores
deseos.
Sinceramente
(firma)
Harish Khanna
Gerente General
Indian Skeptic No. 13. p. 26-35
Carta a B.
Premanand del Dr. B. Krishna Rau, 13-7-88
Dr. B. Krishna Rau M. S., F.R.C.S., Eng F.R.C.S. (Edin) F.I.A.M.S.
Lady Willingdon
Nursing Home
Madras 600 006
Estimado Sr.
Premanand,
Gracias por su carta
del 8 de julio de 1988.
He recibido muchas
cartas antes referentes al Sr. Walter Cowan. Sólo estoy repitiendo lo que ya he
dicho en el pasado.
El Sr. Walter Cowan
fue admitido con una falla cardiaca congestiva y en muy malas condiciones. Él
en ningún momento murió en terminología médica.
Durante su
permanencia en el hospital, Sri Sathya Sai Baba lo visitó cuando estaba en una
etapa crítica.
En cuanto a que sus
fosas nasales y sus oídos fueron tapados con algodón, no es verdad.
Su médico general de
cabecera fue el Dr. O.G.Z. Vaz y su Cardiólogo fue R.R.S. Rajagopalan.
Espero que esto le
provea suficiente información.
Con mis mejores
deseos,
Sinceramente
(firma)
B. Krishna Rau
BKR/cb.
Indian Skeptic No. 13 (1989), p.26-35
Carta a B. Premanand
del Dr. R. S. Rajagopalan, 24-7-88
Trinity
Acute Care Hospital
Dr. R. S. Rajagopalan, M.D.D. T.M. (Cal)
Médico de Consulta y Cardiólogo
Estimado Sr.
Premanand:
Muchas gracias por
su carta con fecha 8.7.88. Utilizando mi memoria sólo le puedo decir que el Sr.
Cowan, que fue admitido al Lady Wellingdon Nursing Home tenía un arresto
cardiaco como consecuencia de su precedente padecimiento. Se le revivió
mediante la aplicación de procedimiento cardio-respiratorio resucitativo
estándar. Le puedo decir que fue admitido en el hospital en estado consciente
con el corazón funcionando y desarrolló el arredt mientras que recibía el
tratamiento para el padecimiento cardiaco. Le regreso el giro postal que tan
atentamente me envió.
Con a
agradecimiento,
Sinceramente
(firma)
Dr. R. S.
Rajagopalan
Indian Skeptic No. 13 p. 28-35
Si el lector llega
a la conclusión de que la historia de la resurrección de Walter Cowan es falsa,
da lugar a que se pregunte cómo fue que esta falsa historia llegó a tener tanta
circulación. Tanto Haraldsson como Premanand han especulado sobre esto:
La Hipótesis del
Dr. Haraldsson - de su libro, "Los Milagros Son Mis Tarjetas de
Presentación" - página 248
Yo le he preguntado (por teléfono) al
Juez Damodar Rao, un fiel devoto,
acerca de su envolvimiento, ya que el relato de Dr. Hislop reportaba que
el Juez Rao había entrevistado al médico de Cowan. El negó haber hecho ninguna
investigación sobre este caso.
Durante nuestro
viaje a la India en 1975, el Sr. Eswar le mencionó al Dr. Osis que Sai Baba le
había dicho que "le restara importancia al caso". Además es de
hacerse notar que Kasturi se refiere sólo muy brevemente a este incidente en su
biografía oficial de Sai Baba; él cita, sin ningún otro comentario sólo unas
pocas frases de Elsie y de Walter Cowan (1982, 9. 23). Esto puede indicar que
el caso fue primordialmente ponderado por la Sra. Cowan y puede que ella sólo
haya recibido una condescendiente aceptación de los que se encontraban a su
alrededor. (Los Cowan eran fervientes devotos norteamericanos y donaron el más
impresionante edificio de la universidad en Whitefield.)
La Respuesta de
Premanand a la Hipótesis de Haraldsson.
A continuación doy
algunos extractos del artículo "Voltéate A Mí" del autor N. Kasturi,
publicado en el Sanathana Sarathi, Vol. 16, No. 4, junio de 1973, páginas 120 a
la 125:
El médico que
atiende en el hospital, es muy conocido de Sri. G. K. Damodara Rao, Juez de
Distrito y Sesiones, ya retirado. Él le dijo al Juez que Walter sí estaba
muerto cuando él lo examinó poco después de su llegada. No había señal de vida.
Él dice que declaró a Walter muerto, que sus oídos y sus fosas nasales estaban
taponadas con algodón y que Walter había sido cubierto con una sábana y llevado
a un cuarto vacío. El doctor entonces había salido del hospital a atender un
deber profesional y no había visto a Sri Baba cuando estuvo en el hospital.
Cuando el doctor regresó al hospital, Walter estaba vivo.
Yo vi a Baba en su
lugar de residencia después de que había regresado del hospital, continúa el
Dr. Hislop. El me dijo a mí y a otros que le podían oír que Walter Cowan se
había muerto y que el hospital le había taponado los oídos y las fosas nasales
y lo habían cubierto con una sábana. Sri Baba dijo que él lo había traído de
vuelta a la vida.
Ahora veamos que
dijo Kasturi acerca de este incidente en Sathyam Sundaram Parte IV, primera
edición, 1980, página 179:
Le preguntaron a
Baba: "Baba, ¿en qué se basa para otorgar gracia a las personas?"
Baba tomó la pregunta con mucha naturalidad y expuso su respuesta: "Yo
otorgo gracia cuando la persona se ha entregado a mí totalmente y la situación
sea tal que él estaría recibiendo una gran ayuda. En Madras, Walter tuvo tres
ataques de fallas del corazón, totales y fatales, pero yo le salvé la vida las
tres veces, porque yo quería evitarle a la Sra. Cowan el dolor y la molestia de
llevarse de regreso a su país a su esposo muerto.
Citado del Indian Skeptic No. 3, Julio
del 88 páginas 30 a la 32.
Como he mencionado
antes, Hislop es el mayor proponente de esta anécdota en América del Norte.
David Lane es un investigador y editor del diario mencionado a continuación en
la carta a Hislop. El simpatiza mucho con enfoques religiosos y se preocupa por
separar las formas y alegaciones confiables de las religiones de las no
confiables. Cuando él leyó el libro de Haraldsson, le escribió a Hislop y
Hislop le dio la siguiente respuesta.
Respuesta de
Hislop a David Lane, 17-7-88:
Sr. David
Christopher Lane - Del Mar Press - Del Mar, CA 92014
(Del Mar Press indica el nombre del periódico del cual el
Sr. Lane es editor en la ciudad de Del Mar, Estado de California)
Estimado David:
Ha sido usted muy amable
en enviarme la Edición Investigación de su excelentísimo diario ENTENDIENDO LOS CULTOS Y MOVIMIENTOS
ESPIRITUALES. Muchas gracias...
La conclusión del
Dr. Haraldsson es que la historia es falsa porque no existe una evidencia
objetiva que Cowan hubiese muerto y que las declaraciones hechas, concernientes
a este incidente, son en sí falsas. Por otra parte, a no ser que se me
considere mintiendo o cometiendo un error cuando cité a Sathya Sai Baba, ese es
el otro lado. Como yo cité a Sai Baba correctamente habiendo habido varias
conversaciones entre nosotros acerca de este tema, lo que viene a quedar en
cuestión es que si Sathya Sai Baba estaba mintiendo. La forma en que la
conclusión del Dr. Haraldsson tiene que ser tomada, yo creo, es que por las declaraciones
hechas por el doctor del hospital y por el Juez Damadar Rao la conclusión
correcta es que Cowan no murió y por lo tanto, Baba mintió cuando me dijo a mí
(y a otros) que Cowan había muerto y había sido traído de nuevo a la vida, no
solamente una vez, sino en tres ocasiones. Yo no sé como esta inferencia se
puede escapar...
Las dos razones
enfatizadas por el Dr. Haraldsson fueron las negaciones del doctor en el
hospital de Madras, y la negación del Juez Damadar Rao. La Sra. Cowan me dijo
que el doctor la fue a ver a ella al hotel y le exigió que le proporcionara un
boleto y lo apadrinara para irse a los Estados Unidos. Ella no quiso hacerlo y
según ella las negaciones del doctor vinieron después. El Juez Damador Rao es
un noble caballero indio, respetado y admirado por todo el que lo conoce. Su
hijo es el director de la Universidad Sathya Sai para Hombres en Whitefield. El
Juez y su esposa, ambos devotos de mucho tiempo de Sathya Sai Baba, están ahora
viviendo sus años de retiro en el Ashram de Baba, Prasanthi Nilayam, en
Puttaparthi. Yo no veo cómo las declaraciones del Juez Damadar y las mías
puedan llegar a reconciliarse. Cuando el Dr. Haraldsson le preguntó al Juez,
hace trece o catorce años después del incidente, la memoria del doctor estaba
como la describe el Dr. Haraldsson en su libro. Cuando yo di mi relato, como un
mes después del incidente, yo me acordaba que el Juez me había dicho que él
había ido por su cuenta al hospital al día siguiente de la muerte de Cowan y
había verificado las circunstancias de su ingreso al hospital. ¿Cómo voy a
negar ahora mi memoria de entonces y cómo puede el Juez negar su presente
memoria? Ninguna de las dos cosas es posible. Cada uno está diciendo la verdad
de acuerdo a su entendimiento. Por lo tanto yo no le veo un final a las
diferentes historias acerca de la "resurrección" de Walter Cowan...
De nuevo gracias por
el diario y por nuestras comunicaciones anteriores.
Sinceramente,
Dr. John Hislop
Carta a David Lane del 17 de Julio de
1988